Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Ecos de la Asamblea
Abro este espacio con la excelente noticia para la afición futbolera, cuando los especialistas en estos temas aseguran que “…Pese a tener un partido complicado, la Selección Mexicana de futbol, vino de atrás para derrotar a Nueva Zelanda por 2-1 en el Estadio Olímpico de Sochi, en el segundo partido nacional en la Copa Confederaciones.” Apuntó la Revista Record.
Esta noticia seguro alegra a los aficionados al balompié que esperaban el triunfo de los aztecas contra Nueva Zelanda, en una ciudad balneario de Rusia, Sochi, ubicado entre las montañas nevadas del Cáucaso y el Mar Negro, con una población que no llega a los 380 mil habitantes, según el censo de 2013.
El eco del triunfo de la Selección mexicana se celebró por los nacionales, pese a que la transmisión del partido fue poco después del mediodía, hora laborable en nuestro país.
Entrados en el tema de hoy, le comento que a partir de la noche del lunes pasado, en Cancún, se llevó a cabo la Asamblea General de Estados Americanos (OEA), con clausura el día de ayer miércoles y con resultados no muy halagüeños para algunos políticos.
Las expectativas de países como México, eran las de poner un “hasta aquí”, un “Ya Basta” al gobierno de Nicolás Maduro, ‘hijo putativo’ y ‘heredero’ del gobierno del dictador Hugo Chávez, por la ola de violencia e injusticias que vive el pueblo venezolano.
Sin embargo, el papel de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, puso en entredicho no solo a la Asamblea, sino a los mismos objetivos de esta organización de países americanos.
La OEA es una organización internacional regional creada en mayo de 1948, con el objetivo de ser un foro político para el diálogo multilateral, integración y la toma de decisiones del ámbito americano.
La realidad es que en aras de la libertad y autonomía de las naciones, las autoridades de Venezuela en estas épocas han puesto en duda los beneficios que pudieran tener los países miembros de la OEA, cuando el presidente Maduro, de apellido, y sus representantes, han sido capaces de anticipar la negación de una aceptación contraria a sus intereses.
Los principios de la OEA, aseguran “…trabajar para fortalecer la paz y seguridad, consolidar la democracia, promover los derechos humanos, apoyar el desarrollo social y económico y promover el crecimiento sostenible en América”, dice Roberto R. Téllez Chávez, abogado y docente universitario boliviano.
Los países que conforman esta organización, pretenden la ayuda mutua para construir juntos relaciones más fuertes entre las naciones y los pueblos del continente, porque existe la necesidad de trabajar en el ámbito de la prevención y resolución de conflictos. Sin embargo esto no ha sido posible alcanzar.
En el segundo y último día de la sesión general de la OEA en México, los países miembros no lograron llegar a un acuerdo sobre la resolución de Venezuela de conminar a su gobierno a volver al camino democrático.
Delcy Rodríguez, desde antes de la inauguración de la Asamblea, hizo hincapié de que también se incluyera el tema de México y los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, sin embargo no tuvo eco. Los especialistas de temas americanos, coinciden en que esta temática -Ayotzinapa- es utilizada por el gobierno de Nicolás Maduro para golpear a México como represalia por sus acciones a favor de una resolución contraria a la política de ése país Sudamericano.
Los países encabezados por este México Nuestro, en la persona del presidenciable Luis Videgaray Caso, fracasaron en uno de los objetivos esenciales de la OEA, señalado en su carta constitutiva “…la prevención y resolución de conflictos desde distintas perspectivas…” simple y sencillamente no se logró.
Valen las preguntas: ¿Cuál es la Resolución de la OEA, Cancún 2017?, ¿Qué sigue?, ¿Qué pasará en el mundo venezolano? ¿Fracaso de Luis Videgaray y EPN?, ¿Seguirá la violencia en Venezuela?, ¿El petróleo seguirá como moneda política?
