Les falta madre…
CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Mucho tienen de fantástico y algo tienen de Dios, pueden hacerlo todo o casi todo, por eso se extraña que solo una vez al año se les distinga con un regalo, con una palabra de amor o de aliento.
Es Día de la Madre y por eso hay que reconocer que son mejores que cualquier político, las únicas capaces de conciliar intereses tan distintos como los de una familia y además pueden hacer que un grupo de varias generaciones vayan por un solo rumbo.
También son más eficientes que un doctor en administrador o economista, son capaces de predecir el futuro y hasta de alimentar con un salario mínimo a una familia, no importa cuántos la formen, no importa si son cinco o diez, los que sean, contra todas las leyes de la física y las matemáticas, de la economía y la administración, ellas juran y perjuran que donde come uno comen dos.
Igual tienen dotes superiores a los de un mago, aparecen y desaparecen por toda la casa, lo destruyen y construyen todo sin que parezca pesado, aparentemente, sin cansarse.
Y a veces, muchas veces, las madres se parecen a Dios, multiplican los panes y los peces, sacan que beber de las piedras y por si ello fuera poco, dan vida.
Chapado a la antigua, como dicen en mi colonia, siempre he creído que a los gobiernos de este país le hace falta la receta de una buena madre, de las de antes, para salir de esta grave crisis de valores que atravesamos, tiene razón, quizá no se parezca mucho el mounstro de un gobierno a una familia pero tenga la seguridad que no batallarían para corregir errores.
¿Qué hacía tú madre cuando por jugar o maldad te traías un chicle de la tienda?, primero te daba un chingadazo, después te preguntaba por qué, si te lo habían regalado iba con la persona que le señalaras y le preguntaba a cambio de qué y regresaba las cosas sin mayor daño, ah pero si habías sacado de la tienda la golosina sin pagarla, te daba otro chanclazo, buscaba con qué pagar lo sustraído, te daba el dinero y te conducía a decirle a la dueña que te habías llevado algo, que ibas a pagar y de paso a regresar todo, le tenías que pedir perdón y le prometías nunca volver a tomar nada, después de eso regresar a casa por otro castigo y sin dinero para nada hasta que lo consideraba necesario, por experiencias cercanas tengo que decirle que la fórmula nunca falló, no conocí, en todo mi barrio, a alguien que pasará por este proceso y fuera reincidente o se convirtiera en malviviente o vago.
Llegaron los tiempos modernos y con el las madres modernas que se decían amigas de sus hijos, evitaban castigos para no “traumarlos” y llegaron al grado de convertirse en cómplices de ellos en pequeños pecados que poco a poco fueron creciendo lo que provocó mayor daño de los gobiernos indolentes que se dedicaron a saquear a la nación, ambas partes, gobierno y familia (porque si hablamos de modernidad en la que han cambiado los roles aquí ya se debe agregar y responsabilizar a padres, hermanos, abuelos, tíos), son causantes de la violencia e inseguridad que vivimos los mexicanos.
Con las madres de antes no existía forma de que te salieras del carril, no había impunidad, menos corrupción, era mal visto y se podía pagar con desprecio el faltarle a la madre, había liderzgo y control férreo para convertirte en ser humano.
No, aunque suene romántico, tengo que decirle que nunca una madre de antes festinó o protegió a un hijo ladrón, por pequeño o grande que fuera lo robado, ahí empezaba el control.
Obvio, había jóvenes en las esquinas, siempre existieron los borrachos y hasta los que usaron alguna droga para experimentar o por vicio, pero muy pocos se iba a las filas de la delincuencia y se permitían esas cosas nomás porque “eran hombres” no como hoy que hay más niños y mujercitas en la calle y todo se debe a que las familias “modernas” abandonaron a sus hijos al celular, los videojuegos, la permisividad.
En materia económica las madres de ayer también resultaron ser maestras, con dos pesos pagaban la renta, el teléfono y la luz, y si, siempre sobró hasta para los “alipuses” del jefe de la familia, se sabe que las madres tienen mucho de mágico pero tenga la seguridad que el comer 13 (la mamá, el papá y 11 hijos) con un sueldo de burócrata no era un acto de ese tipo sino el organizarse, buscar prioridades y hasta el servir los alimentos en forma democrática.
Ahora, también las madres de antes fueron las reinas de la justicia, si bien tuvieron sus consentidos, sus consentidas, jamás permiten los excesos, veían a todos iguales y hasta en ocasiones, quizá por sentido común, recibían castigos más ejemplares los más queridos y era nomás para que el resto viera a lo que se atenían.
Por eso le digo, a los gobiernos, de todos los colores, les hacen falta los consejos, o los ejemplos, de una buena madre, de esas de las de antes, las que educaban sin voltear mucho a los derechos humanos pero con bastante sapiencia y sentido común, sin permitir que un hijo, así fuera el consentido, se robara un solo chicle de la tienda.
Pero vaya, hoy es 10 de mayo, odio las fechas como está porque se reduce a la MADRE a quererla 24 horas pero si a usted le gustan y es madre yo la felicito, le mando el más grande de los abrazos, y la recomendación de que retome su poder en la casa, que enseñe a las autoridades como se hacen las cosas.
Feliz Día de las Madres, gracias por darnos todo y siempre, sin fechas, sin horarios, sin medir cuánto, ni qué…
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