LA Secretaria Del Alto
Por Oscar Díaz Salazar
Un buen amigo, al que le tengo mucho afecto, me contaba sus experiencias de burócrata mal querido y ninguneado por uno de los tantos jefes que le tocó soportar en la Secretaría de Educación, dependencia en la que por varios años ha prestado sus servicios.
Para describirme su situación laboral, me decía que lo tenían en calidad de «galatea», que le daban el mismo trato que a esas plantas de ornato que tienen grandes hojas en color verde y blanco, y estuvieron de moda en los años recientes.
En el rincón, sin tomarlo en cuenta, sin consideración alguna, con indiferencia cercana al desprecio. Así lo maltrataban los jefes que llegaron después que él, y que se fueron antes que mi amigo.
Me acordé de esta historia al iniciar el texto con el que quiero compartirles algunas opiniones sobre la secretaria de Obras Públicas del gobierno de Tamaulipas, Cecilia del Alto.
La ingeniero Del Alto, es como una orquídea, más sofisticada que la galatea. Es la flor de una planta exótica, cultivada con esmero, muy atraciva, muy cara (se dice que exigió un salario superior al que formalmente percibe el Gobernador (como condición para aceptar el trabajo), muy fragil, de vida muy corta… Pero solo sirve de ornato.
La secretaria Cecilia del Alto no decide lo que se hace en la oficina a su cargo… Es más, los asuntos no se resuelven en esa oficina. Las obras no se diseñan en los restiradores o computadoras de la dependencia, las licitaciones no se organizan en la sede de la Secretaría, los contratos no se asignan en la Torre de gobierno, sede de la SOP, los concursos no se arreglan en la Secretaría, las desiciones no se toman en el sitio que enmarca los atributos de esa flor traída del altiplano (CDMX) para adornar las obras… Cuando haya obras.
La señorita Cecilia Del Alto es la cara amable de una Secretaría en la que tradicionalmente se hacen cosas turbias, el rostro que se ofrece para no mostrar la identidad de los que arreglan los concursos, reparten las obras, ajustan las licitaciones, cuadran las cifras, recaban las comisiones y vacunan a los contratistas con el diezmo… Bueno, esa cifra del 10 por ciento ya es de la prehistoria, los de ahora tienen la Mission de llegar al treinta.
Por encima de la Secretaria Del Alto, está el Chaparro, cuidando los intereses del Tribi y del Grande… ¿Le parece reseña del modus operandi de una pandilla, con tanto apodo?. Dicen que lo que parece, es.