La relación del exgobernador con la delincuencia inició desde antes de que llegara al poder, relata el libro ‘Tamaulipas, la casta de los narcogobernadores’. Estos son los episodios más relevantes
El exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington —detenido por acusaciones de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y narcotráfico— tuvo una relación cercana con el crimen organizado incluso desde antes de llegar al gobierno del estado fronterizo con Estados Unidos.
De ello da cuenta el periodista Humberto Padgett León en el libro Tamaulipas, la casta de los narcogobernadores: un eastern mexicano, que recopila testimonios asentados en las carpetas de investigación sobre uno de los hombres más polémicos de la política mexicana, señalado de permitir que la delincuencia corrompiera y se infiltrara en las instituciones locales en todos sus niveles.
Aquí presentamos cinco momentos de la relación de Yarrington con los grupos delictivos, según lo documentado en el texto.
El libro relata, a partir de testimonios de César Eduardo García Martínez, El Pollo, uno de los negociadores de Osiel Cárdenas Guillén, jefe del Cártel del Golfo, cómo fue que el crimen financió la campaña de Yarrington en 1998, la cual ganó abanderado por el PRI con 53% de los votos.
«Durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre de 1998 se hicieron entregas a Jesús Vega Sánchez (operador político y enlace del gobierno priista con el narcotráfico) para la campaña de Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba (gobernador de Tamaulipas de 1999 a 2005) y las cantidades oscilaban entre 400,000 y 800,000 dólares cada vez que se le entregó, y los lugares donde se le hizo las citadas entregas fueron diversos.
«Entre los meses de julio a octubre de 1998, entregué, en compañía de Rubén Ignacio Cavazos Salazar, un maletín con aproximadamente 500,000 dólares en billetes de veinte y 100 dólares americanos en el lobby del Hotel Residencial que se ubica en Matamoros, Tamaulipas, en donde se encontraban Jesús Vega Sánchez, Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba (…), Baltazar Hinojosa (Ochoa, candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas en 2016) y otras personas que no conocí, y le entregué el dinero en un portafolios plateado en mano propia a Jesús Vega Sánchez.
«A principios de octubre de 1998, Osiel Cárdenas Guillén me entregó 500,000 para que a su vez se los entregara a Juan José Muñiz Salinas, el Bimbo (otro policía judicial con el doble pasaporte de agente de la ley y narcotraficante). (El) dinero era también para la campaña de Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba, por lo que hablé por teléfono con el Bimbo y le dije que ya tenía el dinero que había mandado Osiel para Yarrington».
2. Los compromisos
A cambio del dinero, señala el libro, Yarrington y su círculo cercano se comprometieron a respaldar a los criminales que los patrocinaron. Los detalles son revelados por Francisco Alberto Vázquez Guzmán, Ruffino, otro testigo protegido, quien también fue operador del cártel.
«(El) procurador Francisco Cayuela, obedeciendo las órdenes de Osiel Cárdenas Guillén, nombraba a los comandantes de plaza que le sugería (…). Otra de las formas de apoyo que daban el procurador Francisco Cayuela y el gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba a la organización era dejar pasar la droga por todo el estado, no molestar a los vendedores de droga, avisar de operativos que se iban a practicar a fin de que Osiel Cárdenas Guillén no estuviera en ese momento; tanto Yarrgington como Francisco Cayuela, a través de los servidores públicos responsables en ese tiempo de la seguridad pública, omitían cumplir sus funciones y permitían el trasiego de la droga como es marihuana y cocaína, sin que nadie los molestara, ya que eran apoyados por todas las autoridades. No cabe perder de vista que la droga (cocaína y marihuana) era transportada desde Guatemala a Matamoros y Valle Hermoso, Tamaulipas, y su destino final era Estados Unidos de Nortearmérica».
3. Amo del bien y señor del mal
El texto también deja al descubierto el círculo rojo del exmandatario, en el que estuvo Ángeles, un testigo protegido y delator del exmandatario, quien ofrece detalles sobre los movimientos de Yarrington, cuya influencia en el Cártel del Golfo le permitía ordenar tanto a funcionarios como a integrantes del crimen.
«Tan cercanos se hacen Ángeles, el contrabandista, y Tomás, el gobernador, que en los hechos, el primero funciona como secretario particular del segundo (…). En septiembre de 2004, hacia el final de la gubernatura, Tomás Yarrington y Ángeles están en el Hotel Hilton de Nuevo Laredo. Descubren que el cantante Juan Gabriel ofrece esa noche un concierto en el palenque de la feria. Se entusiasman y deciden ir. En el camino, Yarrington, el mandatario, ordena al teniente Casillas, el jefe oficial de su escolta, que coordine la salida de los mañosos del palenque. Al día siguiente, todo el pueblo habla de la coincidencia.
«Ángeles atestigua cómo en los traslados de Yarrington, incluidos en los que acude a inaugurar clínicas o entregar calles pavimentadas, se unen a su caravana de seguridad camionetas del Cártel del Golfo para sumarse a su protección. Cuando el gobernador considera que la presencia de sus amigos puede ocasionar problemas, él mismo ordena que los vehículos de la mafia se desafanen de la comitiva y esto ocurre en un instante».
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4. Propiedades y negocios
El texto describe a Yarrington como un hombre «insaciable», quien no tardó en hacerse de propiedades desde su posición al frente del gobierno, a través de prestanombrese e incluso de sobornos de empresarios por operaciones comerciales en el país, lo que le ofreció la posibilidad de acceder no sólo a bienes sino también a posiciones en empresas privadas.
«Tiene la casa de Puerto Isabel, levantada antes de cruzar el puente que lleva a Isla del Padre, en Texas. Tiene una linda fachada color rosa sobre un terreno de 25 metros de frente y, en su fondo, la vista de la laguna. La propiedad es de tres niveles: en la planta baja hay cocheras para cuatro vehículos, en el segundo nivel se distribuyen cuatro recámaras y en el tercero está la cocina, la sala de televisión, la sala y el comedor. Cerca de ahí, en el edificio de cristal que asemeja una bota, y así se le llama, Yarrington tiene un departamento de 200 metros cuadrados.
«En la Ciudad de México, en la lujosa calle de Rubén Darío, en Polanco, el político recibe a sus colegas nacionales en su apartamento de 300 metros cuadrados con vista a la jaula de las jirafas del Zoológico de Chapultepec. Ahí departe y se toma fotos con Roberto Madrazo, quien ganaría la nominación priista en 2006, y Elba Esther Gordillo, la aún todopoderosa lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadres de la Educación.
«(…) Yarrington es, también, un hombre de negocios en los medios de comunicación y, a través de un tercero, se hace de la Compañía Periodística del Pánuco, SA de CV, casa editora del rotativo La Razón de Tampico y los diarios Expreso, publicados en Ciudad Victoria, Mante y Matamoros. Lo mismo ocurre con el grupo radiofónico Mi Radio, con señal en Miguel Alemán, Nuevo Laredo, Matamoros, Camargo y Pánuco, Veracruz, estado que también han comenzado a devorar el Cártel del Golfo y Los Zetas».
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5. Los enemigos
Otro aspecto que aborda Padgett es el de los adversarios al exmandatario. Entre ellos, se encuentra el propio Ángeles, quien de ser un personaje cercano a Yarrington pasó a convertirse en su delator. También se citan otros nombres, como el del excandidato a gobernador Rodolfo Torre Cantú, quien fue asesinado seis días antes de la elección de 2010 y cuya muerte salpicó al expriista.
«Ángeles, Peña Argüelles, empresario y ranchero de Laredo, Texas, amigo y delator de Yarrington, confiesa ser intermediario entre Los Zetas y el narcogobierno de Tamaulipas, y lavar dinero de uno y otro grupo, si no es que se han convertido en un mismo equipo ya.
«Yarrington también es vinculado con el asesinato del excandidato a la gubernatura Rodolfo Torre Cantú, hermano del actual (ahora ex) gobernador Egidio, ocurrido en junio de 2010. La corte de Texas, tras la acusación interpuesta por la DEA, revela que Peña Argüelles recibe el 29 de noviembre de 2011 un mensaje del presunto líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, el Z40. «Su hermano (Alfonso) ha estado diciendo que usted y Tomás Yarrington, junto con (Jorge Eduardo) Costilla —en ese momento líder del Cártel del Golfo—, asesinaron al candidato a gobernador Rodolfo Torre Cantú porque afectaba al negocio de la construcción y estaba patrocinado/protegido.
«Ese mismo día Alfonso Peña, hermano de Antonio, es encontrado muerto en Nuevo Laredo. Junto al cuerpo había una manta en la que se acusaba a Antonio de supuestamente haber robado 5 millones de dólares de Los Zetas».
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