Cosas que no se entienden
El PRI tiene una probabilidad muy baja de ganar otra vez la elección presidencial en 2018. La razón principal de la debacle priista es la percepción de una gran corrupción de los gobiernos de este partido.
Hay cosas que de verdad no se entienden. Por ejemplo: ¿quién y por qué invitó al exgobernador Arturo Montiel a la toma de posesión de Alfredo del Mazo como candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México? Qué barbaridad. Germán Dehesa debe estar revolcándose en su tumba, pensando lo bien que ha de haber dormido Montiel por el apapacho que le dieron sus colegas priistas al recibirlo en tan importante evento político.
Es un escándalo. ¿Por qué? Recordemos que antes de la joven generación de gobernadores abusivos y corruptos del PRI como Duarte de Veracruz, el otro Duarte de Chihuahua, Medina de Nuevo León o Borge de Quintana Roo estuvo, en primera línea, Arturo Montiel representando a lo peor del tricolor. Fue nada menos que otro priista, Roberto Madrazo, el que destapó, en el noticiero de Joaquín López-Dóriga, la gran fortuna del gobernador del Estado de México, su contrincante en la elección interna de candidato presidencial de 2006. Sus propiedades, las de su esposa y familiares cercanos. Luego, cual hongos, aparecieron las lujosas mansiones en Metepec, Las Brisas, Careyes, Francia y España.
¿Y quién se encargó de taparle las espaldas a Montiel para que no le pasara nada? El hoy presidente Peña, quien lo sucedió como gobernador del Estado de México. Peña formó una Fiscalía Especial para investigar la fortuna de su antecesor. El Ministerio Público investigó y, de acuerdo a sus conclusiones, la Procuraduría de Justicia del Estado de México resolvió que no había existido “incremento al patrimonio” de Montiel durante su gestión como gobernador y por tanto recomendaron “el no ejercicio de la acción penal”. De esta forma, Peña exoneró a su padrino, el que lo catapultó en la política, el que lo escogió para que fuera candidato a la gubernatura, plataforma para eventualmente utilizó para convertirse en candidato presidencial del PRI.
Hoy el partido tricolor está en la lona. Sus números son abismales. Tiene una probabilidad muy baja de ganar otra vez la elección presidencial en 2018. La razón principal de la debacle priista es la percepción de una gran corrupción de los gobiernos de este partido. El electorado está cansado de gobernantes que salen del poder con una riqueza tan monumental como inexplicable. Montiel es ejemplo de eso y los priistas, en lugar de esconderlo, de pedirle que no se aparezca a cinco kilómetros a la redonda de un acto partidista, lo llevan a festejar poniéndolo en primera fila. Son cosas que de verdad no se entienden.
Como no se entiende el spot de televisión que lanzó el PAN en la elección del Estado de México. Un par de delincuentes armados se sube a un transporte público para asaltar a los pasajeros. “Ni se quejen que seguro votaron por el PRI”, dice uno de los ladrones blandiendo su pistola y recogiendo las pertenencias de las víctimas. “¿Qué han recibido ustedes? ¿Despensa? A ustedes no les va tocar ni relojes ni casas ni coches. Ellos son los privilegiados, los que gobiernan, a ustedes sólo los usan en las elecciones. Aquí asaltamos parejo, no importa el partido.” Al descender del microbús, el asaltante se detiene y regresa para concluir: “El PRI también se olvidó de ustedes.” Luego una voz en off remata: “Porque sí se puede un mejor Estado de México, PAN”.
Increíble: ahora resulta que un delincuente, en pleno asalto, se convierte en versado analista político que ofrece sesudas lecciones de civismo a sus víctimas. Cínicamente, con una chocante voz estereotipada de ñero, nos recuerda que en el Edomex asaltan parejo sin importar el partido. A lo mejor es porque el microbús en cuestión circulaba por Naucalpan, donde gobierna el PAN.
No me sorprende la manufactura de este spot por parte de los publicistas del albiazul. Todos quieren sacar un mensaje llamativo que genere polémica. Pretenden imitar al maestro Carlos Alazraki quien, también en una elección de gobernador del Estado de México, la de Montiel precisamente, creó el anuncio controversial de que los derechos humanos son para los humanos, no para las ratas. Pues ahora son las ratas las que dan lecciones de civismo electoral en la versión de los publicistas panistas. Pésimo. No se entiende cómo los estrategas de la campaña del PAN y su candidata, Josefina Vázquez Mota, aceptaron sacar al aire este bodrio de spot.
Cosas que no se entienden de la competencia electoral en el Estado de México. Cosas que fortalecen a Delfina Gómez, candidata de Morena a la gubernatura. Así de genial es la “mafia del PRIAN”. López Obrador debe enviarles unas tarjetas de agradecimiento.
Twitter: @leozuckermann