Gasolinazo dispara inflación a 4.72%, la más alta en cinco años
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Impulsada por el alza en el precio de las gasolinas y el gas doméstico LP, la inflación tuvo un incremento mensual de 1.70%, con lo que su tasa anual se colocó en 4.72% en enero pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Dicha tasa, la más alta en cinco años, se encuentra lejos de la meta planteada por el Banco de México (Banxico), de 3% (+/- un punto porcentual) para 2017. No obstante, en su anuncio de Política Monetaria el banco central adelantó que a lo largo de este año la inflación superará el 4% y será hasta 2018 cuando vuelva al objetivo de 3%.
En el primer mes del año, los productos que más elevaron su costo fueron la gasolina de alto octanaje, que se disparó 21.73%, seguida del gas doméstico, con 17.85%; gasolina de bajo octanaje, 16.81%, y limón, 34.32%. En menor medida subieron los precios de los automóviles, tortilla de maíz, autobús urbano, restaurantes y similares, así como los costos de la vivienda propia.
En contraste, disminuyeron lo precios del jitomate, tomate, transporte aéreo, chile serrano, chile poblano, nopales, blusas y playeras para mujer, servicios turísticos en paquete, así como la ropa de abrigo.
La inflación subyacente, que es aquella que integra los precios de las mercancías y servicios, excepto los agropecuarios y energéticos, se elevó 0.58%, obteniendo una tasa anual de 3.84%.
En tanto, la inflación no subyacente creció 5.14%, colocándose en una tasa anual del 7.40%. Este tipo de inflación incluye los precios de los productos agropecuarios y energéticos, caracterizados por su elevada volatilidad.
El Banxico espera que la inflación durante 2017 se vea afectada de manera temporal por cambios en los precios de las mercancías, derivados de la depreciación que ha presentado el tipo de cambio real, y por el impacto transitorio de la liberalización de los precios de las gasolinas.
Sin embargo, persisten riesgos por la incertidumbre que prevalece en el entorno externo y la posibilidad de un incremento en los precios de los energéticos más allá de su impacto natural.
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