Alza en precio de gasolina, por décadas de corrupción: Iglesia
Reprochó que México está en un atolladero, por el establecimiento de una nueva política energética «que no vislumbró las consecuencias sociales».
México.- El aumento a los precios de la gasolina se debe a décadas de “mala administración, gasto irresponsable, dilapidación de la riqueza petrolera, corrupción y falta de creación de refinerías en el país», advirtió la Arquidiócesis de México.
Al calificar el gasolinazo como una factura impagable y dolorosa, también reprochó que México está en un atolladero, por el establecimiento de una nueva política energética «que no vislumbró las consecuencias sociales, porque no hubo sensibilidad».
En su editorial dominical, titulada “Insensibilidad”, agregó que la mala administración de la riqueza petrolera fincó castillos en el aire, que hoy se refleja en la crisis como la que se vive por el gasolinazo.
«Y con razón el enojo de los contribuyentes cuando se les obliga a pagar por los errores de otros que, en el pasado, se sirvieron del poder con las bolsas henchidas de petrodólares, endeudando eternamente a los mexicanos de la clase media y pobre», indicó.
Abundó que Petróleos Mexicanos (Pemex) sirvió como una caja chica para cobijar estructuras de poder que chuparon los recursos que debían ser aplicados al desarrollo de la industria que dio bonanza.
«Sin duda, México tendrá un amargo 2017, luego de décadas en las que, debido a la política energética de precios artificiales y subsidios gubernamentales –que representaron cerca del 3 por ciento del Producto Interno Bruto– fueron disfrazados los costos reales de los combustibles.
“A medida de que los subsidios fueron eliminándose, los gasolinazos mensuales desplazaron las aportaciones gubernamentales para reflejar los costos reales, hasta la liberación de precios que hoy se ve reflejada en 90 tarifas máximas distintas en el país, que variarán conforme a la cercanía de las instalaciones de producción, de distribución de combustibles y los precios internacionales», dijo.
Reclamó que la riqueza fue dilapidada, desapareció, y ahora millones de contribuyentes son sacrificados para reponer con impuestos lo que se perdió debido a la corrupción e irresponsabilidad».
En este sentido, el cardenal Norberto Rivera Carrera llamó a las autoridades a ser “sensibles para que realmente los subsidios que se estaban destinando a otros rubros se encaminen a los más pobres, pero no como una limosna”.
Aunque dijo que “estamos pasando por momentos difíciles”, advirtió que “lo peor que nos puede pasar es perder la esperanza”.
«Todos estamos llamados a la responsabilidad, y particularmente la alta burocracia y clase política de sueldos inmorales y prestaciones inconcebibles en el débil país del 2 por ciento de crecimiento anual, y la mitad de la población en situación de pobreza», apuntó.