Por: OSCAR R. CASTAÑEDA MONTEMAYOR.
En Altamira, a pesar del esfuerzo desarrollado por la alcaldesa Alma Laura Amparán por cumplir con los compromisos contraídos, algunos miembros de su administración le estorban mucho en lugar de ayudarle.
Por ejemplo Roberto Rocha con sus oscuras artes contables adquiridas de su maestro Fernando Rivera mago en el acomodo de los dineros del pueblo y el endeudamiento.
Ya se sabe de las marcadas diferencias en sus metodologías priistas contables con la nueva tesorera y sub tesorero a quienes incluso les oculta sus manejos y algunas cosas importantes, el asesor financiero de la alcaldesa es el Harry Potter, ojala y no le dejen los sobres de la nómina porque los desaparece nuevamente como en 2014 en Madero.
Aparte se las gastan en la coordinación de presidencia que tiene bajo su control comunicación social donde acomoda a un veterano Piñeiro como jefe servidor siempre y al estilo priista bajo el servicio de varios gánsteres en COMAPA conocidos como gerentes generales, el cual quiere resolver problemas con los medios ofreciendo propinas sin respetar los acuerdos prometidos a los medios en sus convenios. Al propio José Alberto guzmán su jefe ya una televisora importante le rechazó la limosna que pretende aceptarían.
Situación por cierto extraña y tenebrosa ya que se asignaron más recursos para comunicación social que para obras públicas en el plan de egresos 2017.
Los problemas de comunicación no solo son externos…también los hay internos y eso no permite tener listo aun el informe de los 100 días de Alma Laura que tiene preparando desde hace un mes.
Pero nada debe de extrañarnos finalmente son tricolores disfrazados de azul.
