Soy gay y estoy casado con una mujer: ¿Qué puedo hacer?
Nunca es tarde para vivir nuestra sexualidad plena, para reconocer nuestras tendencias sexuales y, sobre todo, para disfrutar con libertad de nuestra existencia y del amor. No hay límite de edad para ‘salir del armario’ y reconocer la homosexualidad, pero sí es cierto que hay una serie de circunstancias personales que hacen que tomar esa decisión resulte más difícil.
Según nos hacemos mayores más complicado nos resulta descubrir públicamente que se es homosexual, incluso ante uno mismo. La situación se vuelve ardua especialmente cuando se ha tenido parejas hetero o incluso se ha iniciado un proyecto de vida común con alguna de ellas. Son diversas las razones por las que uno puede haber llegado a esta situación y que dificultan cada vez más declararse gay, especialmente si esto supone descubrírselo a tu propia mujer, romper un matrimonio y poner en peligro la estabilidad de una familia. Puede dar miedo, aunque en el fondo sepas que es liberador.
Estar casado, ser gay y no saber cómo actuar con tu propia mujer es una situación que aunque pueda parecer extraña lo cierto es que no lo es tanto. Es cierto que cada vez es más habitual salir del armario y hacerlo con absoluta normalidad; no llegar al punto de tener que fingir una relación heterosexual para parecer «normal» o evitar levantar sospechas entre tu entorno. Pero aún así hay quien se resiste a reconocer ser homosexual, incluso ante uno mismo.
Reflexionar y planificar el futuro
«Salir del armario» es algo que cada uno debe hacer por convencimiento propio, estando seguro del paso que se va a dar, sabiendo que no hay marcha atrás y que puede que lo que uno se encuentre no sea fácil de digerir, especialmente al principio. Por ello lo mejor es plantear cómo y cuándo hacerlo, así como cuáles son los planes que se tienen a un corto plazo de tiempo. Improvisar a la hora de decir que se es gay probablemente no sea la mejor de las opciones.
Uno de los casos más complicados es el que ya comentamos, cuando se está casado con una mujer y llega el momento de reconocer que puede haber amor, pero no del que debe existir en un matrimonio, que puede haber cariño, pero no deseo y que, simplemente, a quien se quiere es a personas de su mismo sexo y no del contrario.
Aquí la situación compete a otra persona además de uno mismo y se trata de alguien que lo más probable es que no se lo vea venir. Tú has tenido tiempo para reflexionar, pensar cómo reconocer ser homosexual y en qué momento hacerlo, e incluso plantear cómo va a ser tu vida a partir de ahora. Pero la otra parte no, lo más seguro es que se lo encuentre de repente y sienta que su mundo se viene abajo.
Es importante tener en cuenta que este tipo de confesión puede causar conmoción en todo el entorno cercano, no sólo en el de tu mujer. Es habitual que se vea como un engaño, una vida fingida en la que han tomado parte sin saberlo y que se sientan, entre otras muchas cosas, defraudados. Por ello lo más recomendable es afrontarlo con serenidad y habiendo pensado las cosas.
Reconocer ser homosexual es algo que a la propia persona implicada le puede costar trabajo, pero también tiene que estar preparada para lo que se le puede venir encima, especialmente por parte de tu mujer. Es habitual que haya enfrentamientos, recriminaciones y cierto rechazo. Hay que tener en cuenta que se siente víctima de un engaño y no de uno cualquiera, sino profesado por la persona con la que había planeado pasar el resto de su vida.
Preparado para distintas reacciones
Ante esta situación las reacciones pueden ser de lo más diversas y van desde negar la evidencia que se le plantea, reaccionar con un odio desmedido ante el engaño o reconocer que se lo imaginaba pero no quería verlo. Has de estar preparado para todas ellas, por eso es importante que estés convencido de lo que estás haciendo y no te sientas tentado, cuando la situación se vuelva incómoda, de «olvidar» que eres gay y seguir con tu matrimonio y tu vida anterior como si nada hubiera pasado.
Has de tener en cuenta que no sólo tu mujer puede sentirse víctima de un engaño, sino también tu entorno más cercano, como son los familiares y amigos. Su reacción debería ser de apoyo incondicional ante un paso tan importante como el que estás dando, pero ten en cuenta que para ellos también puede ser una situación difícil y que no se sientan cómodos.
Tanto en su caso como el de tu mujer la mejor forma de arreglarlo es hablando. Tienen que entender porqué no te has atrevido antes a dar el paso de reconocer que eres homosexual y por qué sí lo haces en este momento. Tendrán muchas preguntas y es posible que ni tú mismo seas capaz de responder a buena parte de ellas, pero debes intentarlo. Romper con tu matrimonio y tu vida anterior cuando decides «salir del armario» no suele ser buena idea, porque te expones a una soledad que te impedirá disfrutar de tu nueva vida.
Ante un cambio tan importante como éste puede ser recomendable la visita a un psicólogo que te ayude en la transición y es algo también que se puede plantear a la otra parte del matrimonio. Un profesional puede ayudar a tu mujer a entenderlo y a enfrentarse mejor a la situación, a no sentir que es un fallo de ella, que no es un problema de estar casado o de que no sienta amor por ti.
Gestionar el tema con los hijos
Cuando se está casado, se tiene un proyecto de vida en común con otra persona, es habitual que del mismo formen parte los hijos y son otra de las partes a tener en cuenta cuando decidas dar el paso de hacer público que eres gay. A ellos les afectará de sobre manera teniendo en cuenta que deberán hacer frente a la ruptura de la familia, tal y como la entendían hasta ahora, y al hecho de que es probable de que su padre no sólo tenga nuevas parejas, sino que además éstas van a ser de su mismo sexo.