TAMAULIPAS DE FIESTA; ULTIMO INFORME Y… ¡¡SE VAN!!…PERO ANTES DEBEN PAGAR LO QUE DEBEN
Enorme júbilo por el sexto informe de Egidio Torre Cantú:…¡¡YA SE VAN!!
Por: Mauricio Fernández Díaz
El último informe de Egidio Torre Cantú será por vez primera un motivo de festejo y alegría para los tamaulipecos.
Si bien en los pasados 5 informes el pueblo jamás tuvo algo que celebrar, hoy se respira un ambiente festivo y de encendido ánimo, a tal grado que se cuentan los días que faltan para este –ahora si- magno evento.
Y no es que este año haya sido prodigo en obras, seguridad, empleo, administración eficiente de recursos o mínimamente honesto; No. Todas las carencias y sufrimientos siguen igual si no es que han empeorado
Las matanzas y ejecuciones siguen siendo el pan nuestro de cada día –no solo este año, sino en todo lo que va del sexenio que termina- sin una estrategia efectiva que avale los 11 mil millones de pesos que de acuerdo a lo expresado por el Secretario de Finanzas del Estado se gastan anualmente en mantener a las fuerzas armadas en Tamaulipas.
El C.O. sigue apoderado de Tamaulipas secuestrando, extorsionando, levantando ciudadanos sin que el Gobernador Egidio Torre Cantú parezca darse por enterado, y su técnica del avestruz irrita en grado máximo a la ciudadanía que se encuentra parcialmente sitiada, recluida en sus hogares a partir de las 8 de la noche ante el temor de quedar atrapado en un fuego cruzado o en el menor de los casos ser víctima de un asalto con violencia.
Las tazas de desempleo han alcanzado niveles históricos debido en gran parte a que tanto la inversión local y extranjera se han desplomado por el alto grado de inseguridad en que vivimos.
El Gobierno estatal –si se le puede llamar gobierno- llegó ya al punto de quiebre entrando en un profundo estado catatónico que apenas sobrevive por inercia propia, con todo el aparato gubernamental (Secretarías, Direcciones, jefaturas etc) paralizado, en profundo estado cataléptico.
Podríamos continuar enumerando lo que NO hay que festejar, lo podrido de un Gobierno que nació divorciado del pueblo, de la clase política, de sí mismo; tendríamos que escribir decenas de cuartillas para detallar con rigor y exactitud el ruinoso estado en que Egidio Torre y su corte imperial dejan a Tamaulipas pero es algo que todos vivimos, todos sabemos por lo que sería ocioso tomarnos el tiempo y el espacio para redactar una vez más tanta miseria.
Sin embargo algo muy grande va a celebrar este 21 de Septiembre el pueblo tamaulipeco: EL SEXTO INFORME SERÁ MOTIVO DE REGOCIJO…PORQUE ¡YA SE VAN!
Aún y cuando el estado esta hecho girones, quebrado y endeudado las esperanzas de que el Gobernador electo llegue a recomponer y vigorizar a Tamaulipas son muchas, tantas que se siente la enorme presión que pesa sobre las espaldas de Cabeza de Vaca y los que conformarán su gabinete.
El pueblo pide JUSTICIA, exige que se investigue y se castigue a quienes saquearon miles de millones; que no quede impune tanto daño.
No se pueden ir así, impunes, con cientos de millones en sus cuentas bancarias; personajes que antes de llegar al gobierno vivían modestamente (Guillermo Martínez, Karla Cabrero, todos los Secretarios, Directores, jefes de departamento y hasta coordinadores) se van con lujosas mansiones y propiedades, autos ultimo modelo para ellos, sus hijos, esposa y amantes y «ahorritos» con los que se daran lufos de por vida.
Ejemplos hay muchos; Tenemos al Director de Comunicación Social Guillermo Martínez a quien ya le ventilaron documentado una cuenta con más de 1 millón de dólares en Estados Unidos, algo imposible de acuerdo al sueldo que gana nominalmente; Eso, aparte de las propiedades que en sociedad con parientes del gobernador ha comprado.
Al que viene la toca la pesada tarea de sanar a un estado moribundo, de consolar en su infortunio a toda la agraviada sociedad que lo llevó y lo puso ahí para enderezar un barco a la deriva.
Empuñar la Constitución y las leyes como arma y la sensibilidad y el apoyo social como escudo para desbaratar el viejo, obsoleto e injusto sistema de gobierno es lo que de él y de quienes lo acompañaran en el timón se espera.
Nada de amigos, compadres o recomendados con historiales discutibles; El que haya sido parte de la corrupción bajo el nombre que sea, no debe tener cabida en el nuevo Gobierno; una manzana podrida pudre a las demás.
Tamaulipas eligió un estadista antes que a un político y la enorme diferencia es que el político ve primero por los intereses de un grupo y después por los de la sociedad y el estadista antepone el bien común al de los grupos.
No se quiere una cacería de brujas, pero tampoco un gobierno complaciente de “borrón y cuenta nueva”
630 mil 513 votos le dan la fuerza, la legalidad y la contundencia para concretar el mandato que le dieran los tamaulipecos: JUSTICIA, PAZ, PROGRESO.
Fallar no es opción. Titubear para hacer prevalecer el estado de derecho quitando privilegios y fortunas mal habidas o flaquear para encarcelar a quienes mantuvieron miserables y aterrorizados a millones de indefensos conciudadanos tampoco es permisible.
El que se va lleva cargado un costal de tristezas, amarguras, odios y rencores. Por eso se va.
El que llega metió todos los sueños y anhelos de un estado en su maleta y con ella llega.
Esperemos que empiece a desempacar, a sorprender, a maravillar con sus acciones a un Tamaulipas que lo observa atentamente y solo espera de él lo justo.
Nada más, pero nada menos