LA ALIANZA QUE DESTROZARA LO QUE QUEDA DEL PRI
Hazaña consumada.
El Estado festeja el inicio de la alternancia.
Euforia por todos lados.
El justo castigo a Egidio Torre Cantú, peor gobernante en la historia de Tamaulipas.
Baltazar derrotado.
Estamos a pocos días de consumarse aquella vieja frase: «quítale a Victoria Gobierno del Estado y no queda nada».
La alianza entre la frontera y el sólido sur, tras una docena trágica de quedarse mirando, convierte el enunciado en profecía.
El encargado de la descentralización es el PAN.
Para nadie es un secreto que el modelo de negocio predominante en la capital de Tamaulipas es venderle a Gobierno.
Pero con el desplazamiento de dependencias, subsecretarías y organismos descentralizados y autónomos a otros puntos del Estado, el engranaje económico -magro- de la capital está por colapsar.
Versiones consistentes señalan que la reubicación se ubicará entre la frontera y las costas, abandonando el centro de la Entidad.
Economía tendría nueva sede en Reynosa, mientras que Turismo y Pesca en Tampico
Hasta el día de hoy, los reyezuelos convertidos en caciquillos comarqueños hacen y deshacen a sus anchas en Victoria.
Dobles contratos laborales, empresas fantasmas, omisión en cuotas del IMSS y abusos incluso hacia su clientela campean con total impunidad.
Ahí tiene el caso de Cablevisión como muestra visible.
Sin competitividad no habrá ventas y sin su cliente principal fuera del alcance veremos cascarones vacíos en poco tiempo.
La situación atribula a una sociedad golpeada por violencia, corrupción e impunidad, muestras unívocas de la ausencia de un estado de derecho y de la torpeza de un gobernador saliente poco empático con el drama que vive diario el ciudadano promedio.
Aunado a esta situación, el que la inminente administración municipal sea priista enrarece más el ambiente de desarrollo. Oscar Almaraz cuenta con poca capacidad de maniobra, dado el brutal saqueo de sus antecesores.
El nuevo gobierno está en su derecho de mover sedes para garantizar una mejor logística y donde, seguramente, será perjudicada la anquilosada estática victorense que deberá, sí o sí, ponerse a competir enmedio de una crisis de infraestructura y seguridad que parecen infinitas.