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Futuro incierto para el PRD

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Raúl Hernández Moreno

Es una lástima que en Tamaulipas el Partido de la Revolución Democrática haya perdido su registro, después de que hubo un tiempo en que fue la tercera fuerza electoral.

Es una lástima que siendo la izquierda tan frágil en esta entidad, el PRD no conserve el registro. Es cierto que también esta Morena, pero este sigue estando muy frágil.

De 1998 a la fecha, el PRD se mantuvo con altas y bajas, su votación crecía en elecciones federales, para luego bajar en las locales.

En las federales, en 2006, obtuvo 324 mil 491 votos con Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial y posicionó a la izquierda como la segunda fuerza, por encima del PRI. Seis años después, con el mismo López Obrador redujo sus votos a 282 mil 542, casi el triple de los91 mil 426 que logró en el 2000 con Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano.

En la elección de diputado federal, su comportamiento ha sido muy variable. En el 2000 logró 95 mil 583 votos en los ocho distritos de Tamaulipas; en el 2003, bajo a 60 mil 694; en el 2006 subió a 242 mil 175; en el 2009 volvió a bajar a 43 mil 675; en el 2012 subió de nuevo, a 149 mil 771; y en el 2015 cayó a 29 mil 465.

En las elecciones locales, la fuerza electoral del PRD ha sido menor que en las federales. En 1998, en las elecciones de gobernador, obtuvo 141 mil 380; en el 2004 bajo a 78 mil 332; en el 2010 siguió su caída a 31 mil 361; y en el 2016 fue el acabose: 17 mil 324.

En las elecciones de ayuntamientos, en el 2001 obtuvo 81 mil 938 votos en los 43 municipios de la entidad; en el 2004, 88 mil 094; en el 2007, 77 mil 670; en el 2010, 44 mil 075; y en el 2013, 46 mil 768.

A nivel local, el PRD logró tener regidores de representación proporcional en varias administraciones.

En el trienio 1999-2001, el PRD tuvo como regidores a José Angel Valdez Reyna y Víctor Martel; de 2005 a 2007, a Francisco Chavira; de 2008 a 2010 a Jorge Valdez Vargas: y de 2011 a 2013 a Sergio Martínez.

De Nuevo Laredo, Francisco Chavira y Jorge Valdez surgieron como dirigentes estatales del PRD, pero curiosamente lejos de fortalecer el partido, este se vino abajo. Lo más que lograron fue uno, Francisco, hacer a su hermana Diana diputada y el segundo, Jorge, hacerse diputado. Ambos también consiguieron ser candidatos a gobernador, pero sin éxito.

El gran problema del PRD, de ayer, hoy y siempre, han sido sus pugnas internas. Los perredistas son belicosos. Son caníbales, les gusta pelearse entre ellos. Eso los perjudicó, los dividió y creemos que finalmente fue lo que originó que perdieran su registro.

Cuando Víctor Martell era regidor, pidió licencia para irse a atender de una dolencia a Cuba y entró en su lugar su suplente, José Refugio Villa que maniobró para intentar que Martell ya no regresara, pero le falló la jugada. De ese tamaño eran y son los problemas internos del PRD.

Francisco Chavira y Jorge Valdez eran los grandes cuates y terminaron bronqueados.

¿Cuál es el destino del PRD? Ese lo decidirán los perredistas, pero la realidad es que su futuro es incierto.

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