CARLOS PUIG
La madrugada del domingo pasado, seis hombres se bajaron de dos camionetas que llegaron a un rancho cercano al fraccionamiento Riberas del Bravo, etapa 5.
Dispararon más de doscientos tiros. Doscientos.
El ataque fue contra las personas que estaban arriba de una camioneta Chevrolet Silverado roja. En el auto quedó un hombre muerto de nombre Rafael Gordillo González que ocupaba el asiento del copiloto. En el asiento trasero estaban Lindsay, Sherlyn y Arleth Sánchez Gordillo, las tres menores de edad, de 14, 13 y 4 años, quienes recibieron múltiples balazos, algunos de ellos en la cabeza, las tres murieron.
Los asesinos levantaron a un hombre, según la información que hasta ahora se tiene es residente de El Paso y se llama José Francisco Quezada.
Una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal persiguió a los sicarios por varios minutos, que escaparon cuando la patrulla chocó contra un domicilio. Los policías quedaron lesionados.
Lo cuento en varios párrafos porque ayer ningún diario nacional lo tuvo en primera plana. La información la tengo del Diario de Juárez.
Signo de estos lustros en que la violencia ha sido normalizada. Esa violencia, la de tres niñas asesinadas, ya no es primera plana.
Hace poco más de nueve años una matanza ahí mismo desató una crisis que puso el problema de la violencia en un lugar que marcaría para siempre la presidencia de Felipe Calderón. Entiendo que, en número, eran más las víctimas, pero ¿en eso nos hemos convertido? ¿En cuenta muertos?
En estos momentos el gobierno federal lo encabeza Morena, el de Chihuahua el PAN y la presidencia municipal un independiente reelecto.
Eso sí, como acostumbran, la fiscalía estatal ya dijo que “probablemente” los responsables son de un grupo de sicarios que se llama los Mexicles, brazo armado del Cártel de Sinaloa. Nos encanta lo de los nombrecitos. ¿Si saben tanto, por qué no los agarran?
En el informe de seguridad en la reunión de gabinete de seguridad aparecieron, como parte de los 9 homicidios en Chihuahua, los 87 en el país.
Tres niñas un día antes del inicio de clases. Hay una familia, una más, que no está feliz.
@puigcarlos
Fuente: Milenio
