ESCALOFRIANTE INSEGURIDAD EN ZONA CONURBADA: 271 ROBOS EN UN MES 100 DE ELLOS CON VIOLENCIA
86 VEHICULOS ROBADOS, 44 HURTOS DOMICILIARIOS Y 36 A NEGOCIOS; el Presidente Gustavo Torres Salinas no ha podido garantizar la integridad física y patrimonial de los tampiqueños y vacacionistas
Por: Mauricio Fernández Díaz
Ante la pasividad de los cuerpos de seguridad y la indiferencia de las autoridades municipales y estatales, la espiral de violencia y robos patrimoniales ha sufrido una agresiva escalada; en solo un mes se disparo a 271 robos (reportados) de los cuales 100 de ellos fueron a mano armada o con violencia física.
Esto sin duda pone en entredicho seriamente lo declarado por el presidente municipal Gustavo Torres Salinas quien aseguró que tanto
los tampiqueños como los vacacionistas estaban seguros ya que se tenía implementado un fuerte operativo de vigilancia en Tampico para blindar de robos a los miles de visitantes que llegan en esta temporada vacacional.
Ante la ineptitud del Gobierno municipal para brindar seguridad la ciudadanía se siente completamente indefensa debido a que los Agentes del Ministerio Público y los policías ministeriales jamás dan resultados que conduzcan a la detención de los delincuentes.
Por esta causa y debido a la perdida de confianza en las autoridades muchísimos ciudadanos que han sido víctimas de robos, asaltos y despojo de bienes no acuden a las Agencias a interponer su demanda; saben que es perder el tiempo en el mejor de los casos y en el peor, que los AMPs estén en contubernio con las mafias del CO y vayan a sufrir represalias en lugar de encontrar a los responsables.
Por esta razón es que se piensa que la cifra de asaltos y robos es mucho mayor, cuando menos 4 veces más pero no consta en estadísticas ya que los agraviados no levantan denuncias.
Debido a esto, y a la negligencia en la procuración de justicia hace unos días un grupo de ciudadanos comandados por el Lic. Néstor Troncoso González, hastiados de tanta negligencia pidió la renuncia del Procurador de Justicia Ismael Quintanilla.
La zona conurbada se ha convertido en un paraíso de malhechores sin que el presidente municipal haga nada por resolver este gravísimo problema.