Maremágnum
Mario Vargas Suárez
La película estadounidense “Psicosis” (1960), dirigida por Alfred Hitchcock y protagonizada por Antony Perkins, Vera Miles, John Gavin y otros, puede clasificarse de terror y suspenso.
Inicialmente la película recibió comentarios diversos, aunque poco a poco motivó opiniones muy positivas al grado de dar lugar a cuatro nominaciones a los Premios Óscar, incluyendo el de mejor director y el de mejor actriz de reparto.
Es innegable que la cinta estableció un nuevo nivel de aceptabilidad de la violencia, los comportamientos pervertidos y la sexualidad en el celuloide. Los críticos la consideran como el ejemplo más temprano del llamado género slasher o de exploración.
En lo que se refiere a la ciencia, Psicosis se utiliza para referirse a un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se las denomina psicóticas.
Las personas que experimentan psicosis, pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado. Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.
Lo anterior viene a esta columna como introducción al tema de la violencia que vivimos en la entidad: ¿Real o Psicosis?
Es muy riesgoso clasificar lo que estamos viviendo en estos tiempos donde vivimos experiencias inusuales, pero ¿distorsión de la realidad?
Las inquietudes que vivimos casi a diario en algunas regiones de la entidad, por el clima de inseguridad, nos ha llevado a suponer que todo lo que se dice, en realidad está sucediendo y la verdad es que no es cierto o por lo menos no en la magnitud que algunos señalan.
La realidad, según imágenes de la TV y de los portales periodísticos locales, se observa el miedo y hasta el terror de padres, madres y abuelos con el que salen de la mano con los escolares, sobre todo de la educación básica.
Lo peor es que el miedo generalizado de los padres de familia, a media mañana del viernes pasado, alcanzó a la educación superior al grado de que muchas instituciones vaciaron de inmediato sus aulas, incluyendo las clases de postgrado de los sábados.
Pese al miedo, el domingo pasado, las redes sociales están haciendo campaña de no hacer mal uso de ellas, sobre todo al desinformar a la ciudadanía.
Ya se dio el caso de que muchas fotografías de otros tiempos y lugares, las están haciendo pasar como recientes y desde luego que el miedo hace presa a muchos.
Hay victorenses que ya debieran estar en manos de gente profesional de la mente porque me parece que en ellas sí ya entraron a una Psicosis y son quienes enferman al resto de su familia y vecinos.
La mayoría de los directores de las escuelas de todos los niveles educativos, con acierto están desmintiendo la supuesta violencia que ataca hacia el interior de los planteles. Lamentablemente hay quienes si creen y se corre el riesgo de expandir el miedo y generar el caos.
Cierro este espacio para decirle que en un comunicado de prensa, el Partido Nueva Alianza (PANAL) este domingo en Asamblea Extraordinaria, eligió y tomó protesta a las mujeres y hombres candidatos a Diputado y a Presidentes Municipales, que competirán por el partido turquesa en las elecciones de este 2016.
El compromiso señalado por Mariano Lara Salazar, dirigente estatal de los turquesa, a los candidatos, fue de trabajar en unidad para obtener el triunfo en el proceso electoral del 5 de junio.
Lara Salazar, señaló que a fin de cumplir con los criterios de equidad de género se modificó la fórmula de candidatos propietarios suplente, por el municipio de mayoría relativa, bajo la figura de candidatura común en el Distrito 18 con cabecera en Altamira quedando como propietaria Felicitas Martínez Almazán y como suplente Martha Flores Reyes.
A manera de colofón le comento que los ánimos sindicales de los académicos de la Facultad de Derechos Victoria se están caldeando, cuando siguen firmes las dos planillas. Una encabezada por el Lic. Fernando Quintanilla y la otra por el Lic. Carlos Alvarado. Hay correos electrónicos ‘picudos’
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