Fecha:2016-03-16 Por: Isaac Molina Zapata
En el nosocomio argumentaron que no había camas para atenderla
Por Isaac Molina Zapata /ANTAM.
Cd Madero, Tam.- Un verdadero vía crucis sufrió joven pareja este martes con el nacimiento de su primogénita, pues la falta de capacidad para la atención de los derechohabientes del seguro popular originó que una menor de edad diera a luz en su domicilio al no permitirle quedarse en el Hospital Civil de Madero para ser atendida de sus dolores de parto.
Se trata de Martha Yaritza Hernández de tan sólo 17 años de edad, quien tras iniciar con sus dolores la madrugada de este martes acudió junto con su pareja, José Antonio Mérida al nosocomio para que fuera revisada, en donde le argumentaron que aún le faltaban varias horas para que su bebé naciera, por lo que la regresaron a su casa aduciendo que no había camas para que se quedara.
Por su parte José Antonio Mérida, detalló que cuentan con el seguro popular y por ello es que reciben atención en el hospital del sector salud, pero nunca imaginó que los regresarían a su vivienda en la colonia Miramar, muy cerca de la playa, ya que los dolores de su pareja por el próximo nacimiento del bebé iban en aumento.
Añadió que al momento de llegar a su casa, su esposa se acostó en la cama y los dolores no cesaban, sino que iban en aumento al grado que ya no pudo levantarse y al mediodía se dio el alumbramiento, siendo apoyada la joven madre por dos personas de edad avanzada que son sus vecinas, pues la niña ya estaba naciendo.
Al ver que la bebé nacía, llamaron a la Cruz Roja para que enviaran una unidad y trasladarla al hospital, pero al momento de arribar los socorristas se percataron que la pequeña ya había nacido, siendo trasladada de nueva cuenta al hospital para que ambas fueran valoradas.
«Que nos regresáramos porque no era tiempo y no había camas para atenderla», reiteró el padre de la bebita.
Finalmente, los socorristas de la Cruz Roja de Ciudad Madero entregaron a la madre y a la pequeña bebé (a quien sus padres le pondrán por nombre Maritza), al personal del hospital, reportándolas como estables y con buena salud a pesar de la aventura que vivieron, sólo por el simple hecho que en el Hospital Civil de la urbe petrolera, no contaban con una cama para que la ahora joven madre se quedara a esperar el momento del parto.
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