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LA UNIDAD SIN QUIQUE.

ANECDOTARIO.

POR JAVIER ROSALES ORTIZ.

Si hasta ayer gozaba él de alguna simpatía entre la militancia priísta, solito cavo hoy su tumba y resulta sumamente difícil que se recobre y que logre concretar ese sueño que tanto acaricia desde hace varias décadas de convertirse en el Gobernador de Tamaulipas.
Fue por capricho, por venganza o por soberbia, tal vez, pero Enrique Cárdenas del Avellano fue el único de los aspirantes a la gubernatura que no se presento en el evento en el que Baltasar Hinojosa Ochoa se registro como precandidato, a pesar de que firmó el respectivo acuerdo de unidad hace apenas unos días en el CEN del PRI.
Una y otra vez se menciono su nombre y la rechifla no se hizo esperar, no obstante de la elegancia que utilizo Baltasar para tratar de justificar su ausencia.
Eso, rompe lo que en alguna ocasión el licenciado Homero Díaz Rodríguez, quien fue líder del PRI en Tamaulipas, dijo en el sentido de que entre los priístas se arreglan y se disciplinan, mientras que en los otros partidos se matan, se masacran. Esa, según el político, es la gran diferencia y la clave para que el PRI conserve el poder.
Fue “Quique” el prietito en el arroz y fiel a su costumbre de ser un tipo arrebatado, voluble, superficial no se presento a la cita con la familia priista, lo que, por supuesto, le generara consecuencias.
Uno a uno Baltasar menciono a los cinco aspirantes que soñaron con la candidatura pero dejo para el último a Enrique y anotó: “Donde quiera que se encuentra mi reconocimiento y mi agradecimiento”.
Baltasar sonreía, pero se le notaba incomodo cuando en algunas partes de su discurso utilizo la palabra: “Unidad”.
Desde que inició el evento el rumor sobre la ausencia de Quique circuló de boca en boca he iban y venían versiones como la de que había negociado una candidatura para su esposa y no se le autorizo, que había tenido un roce con el gobernador Egidio Torre Cantú y otra que indicaba que se atrevería a apoyar a uno de los candidatos de oposición.
Será el sereno, pero el caprichito del ingeniero calo fuerte y de entrada pone en entredicho la famosa unidad priísta en momentos en que el PAN ya destapo a un potencial contrincante en la figura de Francisco Javier Cabeza de Vaca.
Fuera de este suceso el evento salió a pedir de boca, puesto que cerca de diez mil priístas se apretujaron en el estacionamiento del edificio del partido para ver, aunque sea de lejos, a quienes eran saludados con afecto por el precandidato como Antonio Martínez Torres, Blanca Valles Rodríguez, Luís Enrique Rodríguez Sánchez y muchos más que harían muy larga la lista.
Además, sorprendió un Manuel Muñoz Cano, totalmente recuperado, y un Alvaro Garza Cantú, quien contendió por el PRD para la gubernatura de Tamaulipas en el 2004.
Se rescata de este evento que será el rojo el color que se impere en el vestuario si Baltasar alcanza la victoria y que serán personajes que colaboraron con los anteriores tres gobernadores los que podrían conformar su gabinete.
Por lo pronto a Baltasar se le noto satisfecho porque Paloma, Ramiro, Marco Antonio, Etienne y Alejandro se comprometieron a apoyar su causa, en un proceso electoral que se antoja se película porque existen dos cartas muy fuertes que van por la gubernatura.

Correo electrónico: tecnico.lobo1@gmail.com

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