Desarrolla UAT biotecnología que protege cultivos de maíz y frijol
Cd. Victoria, Tam., 14 de enero de 2016.
• Elaboran biopelículas a partir de insectos para hacer más fuertes a las plantas
Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) desarrollan una tecnología de importancia alimentaria que ayudaría a proteger la producción de granos básicos como el frijol, chile y maíz.
En el proyecto encabezado por el Doctor Jorge Ariel Torres Castillo, investigador del Instituto de Ecología Aplicada de la UAT, experimentan con insectos para elaborar biopelículas que ayuden a proteger las semillas, y en otros casos a hacer más resistentes las plantas mediante reacciones naturales.
El proyecto se titula “Recubrimientos para semillas usando Quitosano a partir de hongos saprofitos y plagas agrícolas”, precisó el investigador, tras mencionar que surgió ante la necesidad de buscar aspectos de biotecnología aplicada, para resolver algunos de los problemas de la agricultura en la entidad, tales como plagas y otros aspectos.
Refiere que inicialmente, se pensó en el uso de hongos saprofitos (organismos que se alimentan de sustancias orgánicas en descomposición) obteniendo rendimientos en cuanto a la producción de micelio, sin embargo no fue tan alto el porcentaje de recuperación de Quitosano (derivado del polisacárido Quitina existente en hongos e insectos que se puede emplear en la agricultura como fungicida).
Prosigue que esa línea se quedó en pausa y se optó por trabajar más a fondo en la utilización de plagas, que en este caso fueron insectos de importancia agrícola o forestal y a partir de ello obtuvieron diferentes rendimientos de Quitina y Quitosano.
“Lo que hacemos es colectarlos, en el proceso mueren y se deshidratan, luego son sometidos a procesos de lavado y se les extrae la Quitina, es el polisacárido que hace que los insectos sean duros. Y luego a través de otro proceso lo convertimos a Quitosano y ya se tiene la materia prima para diversos productos”, añadió.
Explicó que de los insectos analizados, se eligió “la chiva del encino” (Pterophyfla baltrani): una plaga que afecta las poblaciones de encinos en esta parte de la Sierra Madre. “Tratamos de ver una utilización del insecto e iniciamos con la extracción del Quitosano y generamos biopelículas a partir de los insectos”, apuntó.
Posteriormente, menciona que se estuvieron haciendo experimentos generando recubrimientos para semillas de interés agrícola. “La importancia de los recubrimientos es que se pueden mezclar con otros aditivos y de esta manera brindar una protección extra o un auxilio a los procesos de germinación de las mismas semillas”.
Por otro lado, resume que el Quitosano se puede utilizar aplicándolo directamente de forma foliar a través de recubrimientos o a través del suelo, se mezcla y se deja que tenga su acción como un compuesto estimulante: “las plantas de manera natural no tienen Quitina ni Quitosano, los que sí tienen son los hongos y los insectos que normalmente son atacantes de la planta, entonces cuando la planta detecta las sustancias enciende sus defensas y su metabolismo se hace más fuerte”.
El Doctor Jorge Ariel Torres, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), comentó que como parte del proyecto se elaboró un artículo científico publicado en revistas indexadas, donde se describen las características bioquímicas del insecto, los rendimientos de Quitosano y las características parciales de este material que es utilizado como una alternativa al uso de químicos para combatir las plagas agrícolas.
El investigador del IEA-UAT, es Biólogo especializado en Parasitología Agrícola; y cuenta con el Doctorado en Ciencias con Especialidad de Biotecnología de Plantas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN. Unidad Irapuato, Guanajuato.