VIDA DIARIA
Por; Rosa Elena Gonzalez
Fue Día del Payaso, de esos seres que maquillan su tristeza para dibujar sonrisas, los que aun con dolor en el alma reparten alegría porque ese es su oficio y lo realizan con dignidad, con responsabilidad, obvio, hay de payasos a payasos por lo que aquí cabe decir que ojalá un día los políticos payasos aprendieran algo de ellos.
Los payasos de oficio, de profesión, saben que al dignificar su labor también dignifican sus familias aunque no todos los días haya trabajo lo buscan y cuando lo encuentran desarrollan su chamba con alegría, mientras que los payasos políticos sin trabajar quieren que les llegue su gran día.
Sin importar las inclemencias del tiempo los payasitos salen a buscar la comida arrancando sonrisas porque eso les reditúa satisfacción propia, bienestar y tranquilidad para sus familias ya que el fabricar carcajadas les da la oportunidad de tener un plato de comida en sus mesas, los otros, los políticos, más que alegrías dan tristezas.
Con el oficio de payaso por lo general no se vuelven ricos, a menos que sean payasos de grandes cadenas televisoras o políticos, igual de payasos, pero estos de humor negro y no son tan pulcros en sus trabajos, los que cobran en los presupuestos públicos se mueven de acuerdo a conveniencias y ya instalados en el poder o la fama no le sonríen al pueblo y menos intentan arrancarles carcajadas para desquitar lo que se les paga, menos son capaces de brindar tranquilidad, felicidad o dibujar sonrisas por sus buenas acciones, pero su “trabajo” les convierte de mendigos a millonarios.
Queda claro que hay de payasos a payasos, los dignos que cada 10 de diciembre festejan su día y llenos de fervor y agradecimiento realizan sus fiestas y peregrinaciones para la Virgen de GUADALUPE, lo hacen sin importar la lluvia o el frio porque les mueve más la gratitud, actúan con su don de gentes arriesgando su propio bienestar, ellos están acostumbrados a reírle a la vida aunque llore su alma, a soportar malos tratos para llevar un poco de dinero a sus hogares.
El agradecer a la GUADALUPANA para ellos es una bendición, su devoción es grande como su espíritu y salen a las principales calles de la capital tamaulipeca repartiendo buenos deseos y alegría, festejando EL DIA DEL PAYASO, son pocos pero alegran mucho.
Los otros, los payasos políticos son muchos, y contrario a los que nos hacen reír estos no saben ser agradecidos con el pueblo, reparten tristezas en lugar de alegrías, solo salen a las calles cuando andan encampañados, ándele, igualito que como hoy andan muchos, la sonrisa de ellos por lo general es falsa, sus ideales van acorde al sonar del dinero o de los intereses políticos.
La situación es que mientras los payasitos de oficio ayer festejaron su día y lo hicieron agradeciéndole a DIOS y la GUADALUPANA por las bendiciones de la vida, el trabajo y el poder hacer sonreír y llevar alegría a la gente, los payasos políticos muestran que son mal agradecidos, más que alegrías dan tristezas.
Muchos son los políticos que hoy traen la sonrisa tatuada en el rostro y su corazón acelerado pero no de devoción por la GUADALUPANA o por las ganas de dar alegrías al pueblo sino por el poder, fama y fortuna que les representa el que les elijan como candidatos.
De ahí que unos y otros andan haciendo payasadas para llamar la atención para ver si allá por febrero sus partidos les den la nominación, de las tristezas que causan ya hablaremos en otra ocasión, porque hoy el espacio es para los que con amor y dedicación hacen de su profesión un empleo digno que realizan con gran emoción.
A los PAYASITOS que ayer 10 de diciembre celebraron su día y lo hicieron agradeciendo el tener vida y con amor dedicaron su mejor sonrisa a la virgen de GUADALUPE, para ellos va nuestra felicitación, respeto y admiración.
