Manuel Caballero: el padre del reportaje en México
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Raúl Hernández Moreno
Diciembre 30
¿Y quién es Manuel Caballero?, se preguntarán, amables lectores.
Pues bien, en honor de este poco conocido personaje, se instituyó el Día del Periodista en México, el 4 de enero de 1926, por el entonces Presidente, Plutarco Elías Calles, a solicitud del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa.
Nacido en Tequila, Jalisco, en 1849, es considerado el padre del reportaje en México, en una época en la que el periodismo se respaldaba en la crónica y en la nota de opinión.
Estudiante de leyes, carrera que terminó, pero no se gradúo, Caballero habría incursionado en el periodismo a raíz de una novia que murió, él le escribió versos que publicó en un diario capitalino.
Fue a los 27 años cuando incursionó de lleno en el periodismo, primero en el Siglo XXI y después en el célebre Monitor Republicano, donde escribía “Boletín del Diablo”, bajo el seudónimo de “Astharot”, y en las que criticaba al gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, entre otras cosas, por su afán de reelegirse.
Después regresaría a Jalisco, donde fundó el semanario “El Noticioso” que se distinguió por publicar noticas de todo tipo, desde crónicas sociales, nota roja, nota política etc.
Luego fundó El Mercurio Occidental, donde a decir de Victoriano Salado Alvarez “ se publicaban las cosas más graciosas, sensacionales y escalofriantes, tristes y alegres más allá de los dicho”.
Prueba de lo sensacional y escalofriante que eran sus publicaciones, lo confirma la edición del 10 de noviembre de 1889, cuando el anarquista Primitivo Ron asesino al gobernador de Jalisco, general Ramón Corona y Caballero publicó la crónica del homicidio, perp se le ocurrió llamar a un papelerito al que instruyó para que impregnara su mano en bote de tinta roja y cada vez que la prensa arrojaba un ejemplar, estampaba la mano en la parte central de la portada. Ese día, los ejemplares volaban de las manos de los papeleritos pues por curiosidad o por morbo querían tener una edición, quizá convencidos de que el asesino había impreso su propia mano.
Caballero legó a la posteridad frases como “Nuestra política será no hacerla” o “No hay que fabricar noticias falsas, con las verdaderas puede formar un periodista algo que asombre, encante o irrite…”
Cuatro meses antes de su muerte, Caballero, enfermo de arterioesclerosis, le notificó su muerte a su colega y vecino, Fernando Ramírez. Era una muerte que esperaba desde 15 años atrás, pero la esperaba como algon inevitable: “Tengo miedo al gusano”, decía.
El 2 de enero de 1926, la muerte lo alcanzó y un día después, al informar de su deceso, en primera plana, El Demócrata, escribió: “Ayer murió en la capital el decano de los periodistas: “Don Manuel Caballero, un incansable escritor, diarista, literato y poeta, fue un enorme luchador y el verdadero creador del reportazgo sensacional informativo”.
Cuando el 3 de enero de 1926 un grupo de integrantes del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa visito al Presidente Calles, en Palacio Nacional, para la salutación de inicio de año, le propusieron honrar la memoria de don Manuel Caballero. Calles acepto y ordeno que al día siguiente se festejara el Día del Periodista.
Con todo y que el Día del Periodista se instituyó en su honor, a Don Manuel Caballero el tiempo no le ha hecho justicia. Ya es hora de hacerlo.