¡Felices fiestas!
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
Diciembre 24
Este día hagamos a un lado la política y hablemos mejor de la temporada que estamos viviendo.
Independientemente de la connotación religiosa que se le quiera dar a las fiestas navideñas, esta es una época ideal para la reflexión, para revisar lo que hicimos y dejamos de hacer y para ver hacía adelante.
Aún quienes en público desprecian esta temporada y dicen que les es indiferente, la realidad es que vivimos de recuerdos y esta época se presta para recordar a ese ser querido que se nos adelantó en el camino que inexorablemente todos vamos a seguir.
Pero no podemos detenernos en lo que se perdió, pensemos mejor en lo que vamos a hacer para ganar en el futuro inmediato y mediato. Pensemos en nosotros mismos, pero también en quienes están cerca: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los conocidos. Nada nos cuesta voltear a ver a todos los que nos rodean y apoyarlos en la medida de nuestras posibilidades.
La navidad es una época para reflexionar y disfrutar, es una época para recibir, pero también para dar. Y no precisamente cosas materiales. En estos días, un beso, un abrazo, unas palabras de aliento, pueden ser de mucho mayor utilidad que un bien material.
Si el 2015 fue bueno, que el 2016 sea mejor. Y si el 2015 fue un mal año, no pensemos en que el 2016 sea igual, trabajemos para que sea diferente y mejor.
Dejemos a un lado las actitudes derrotistas. Es cierto que en la vida no todo es color de rosa, pero tampoco podemos encasillarla en un mundo negro. En la vida, como en todo, hay claro oscuros y de nosotros depende que sean más las actitudes positivas que las negativas. Por supuesto ser positivo no debe hacernos negar la realidad, porque la mentira siempre hace daño.
Esta navidad, pásesela bien. Disfrute de la temporada y de la vida. Sea feliz y haga felices a los suyos. Eso es lo que esperan todos los que nos rodean.
Ser feliz es muy fácil, lo que ocurre es que luego hay quienes se entrampan pensando en lo que no es posible, desde aquel que no está conforme con su estatura, o aquel que quisiera hablar 30 idiomas, pero es incapaz de inscribirse en un curso. Todo se puede lograr, pero es necesario aplicarse para lograrlo y para aplicase es necesario hacer sacrificios.
En fin, no hacemos más rodeos, y aprovechamos este espacio para desearle que esta época la disfrute en compañía de la gente que lo rodea.