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Raúl Hernández Moreno
Noviembre 02
La celebración del Día de Muertos, fue aprovechada por el Partido Revolucionario Institucional, quien instaló un altar para recordar a personajes recientemente fallecidos, como el dirigente de la CTM, Francisco Martínez Cortés.
El altar se instaló dentro de las oficinas del Comité Municipal del PRI y la apertura estuvo a cargo del presidente, Jesús Valdez Zermeño.
Entre los asistentes estuvieron la ex presidenta municipal, Mónica García Velázquez; la diputada federal, Yahaleel Abdala Carmona; la regidora, Rosa Fabián Guaroco; la presidenta del Instituto Político Empresarial, Claudia López; la presidente de la OMPRI, Ana Laura Anzaldúa; el presidente de la Unidad Revolucionaria, Arnulfo Tejada Lara y la titular del registro Civil, Ángela Magaña, entre otros.
Jesús Valdez dijo que este altar es un merecido homenaje a militantes que aportaron mucho al partido y es justo recordarlos con cariño y estimación.
La que también instaló un altar para recordar a su marido, fue la señora Martha Alicia Aldapa Campos.
El altar fue montado frente a la tumba del ex alcalde Benjamín Galván Gómez, en el panteón Jardín de Los Angeles.
La señora Aldapa políticamente anda muy activa en estas últimas dos semanas, con reuniones con diversos grupos, en la búsqueda de la candidatura del PRI a la presidencia municipal.
Ella es algo más que la ex presidenta del DIF. Es licenciada en Comercio Exterior, egresada de la Facultad de Comercio de la UAT, donde fue catedrática: tiene una maestría en Comercio Exterior; fue directora de la carrera de Comercio Exterior y Aduanero en la Universidad Tecnológica.
Cuando era presidenta del DIF, fue galardonada como la mejor presidenta de los sistemas DIF en el país. Es, pues, una mujer preparada académicamente.
El que también estuvo el fin de semana en Nuevo Laredo, fue el diputado Ramiro Ramos Salinas, quien encabezó la entrega de apoyos a la ciudadanía, en su oficina de gestoría, que atiende su amigo Octavio Almanza Hernández.
El fin de semana, todo fue fiesta en Nuevo Laredo. La tarde-noche del sábado, miles de niños, jóvenes y adultos invadieron las calles de toda la ciudad, para celebrar el Halloween, caracterizados con toda clase de personajes salidos de la literatura, cine, historietas y de la propia imaginación de los disfrazados.
Cada año, escuchamos a personajes que se desgarran las vestiduras patrias, tachando casi casi de sacrilegio, las fiestas de Halloween, pero la verdad es que hasta los que critican estas fiestas, las disfrutan. Pero además, a nadie incomoda un poco de alegría, en un país y una ciudad sumida en una severa crisis económica. Cuando el pan escasea, lo que nos queda es la diversión, y más en un país donde sabemos burlarnos de la muerte.
Halloween es fiesta. Y la fiesta nos gusta a todos.
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