La pobreza se merece, y la riqueza se adquiere. Y adquirir es muy fácil; merecer es muy difícil.

«Darío Lemos»

Este año como cada año desde 1954 en que se instituyo por decreto presidencial el otorgamiento de la medalla “Belisario Domínguez” fue designado por las bancadas del PRI y el PAN en la Cámara de Senadores el empresario Alberto Bailleres, un multimillonario que en nada se ha distinguido por sus servicios a la nación o a la humanidad, por el contrario es el segundo hombre mas rico de México, dueño de minas de oro y plata, de la tienda de lujo “El Palacio de Hierro” y algunas otras muchas propiedades y empresas, entre ellas un yate con un valor superior a los dos mil millones de pesos.

Este perfil choca con el espíritu combatiente del Senador Belisario Domínguez que fue un destacado liberal y fiero opositor al gobierno usurpador del golpista Victoriano Huerta, a quien ya como senador se negó a estrecharle la mano pese a que era parte de la comisión de recepción en la Cámara Alta.

Solo en un País surreal como México se pueden dar semejantes aberraciones en la designación de personas para ser galardonadas con preseas, que nada tienen que ver con la forma de ser, estilo de vida, ideología y trayectoria de la persona a quien se debe de honrar.

¿No habría resultado mas apropiado que el Senado creara nuevas medallas para galardonar a ciudadanos como el citado empresario? por ejemplo la medalla “Rico Mac Pato” o la “Riqui Ricon” o ya de perdida la “Donald Trump” que si va de acuerdo a el simpático personaje al cual le será otorgada la mencionada medalla ya que su merito mas destacado es poseer una fortuna de doce millones de dólares mas lo que se acumule este fin de semana, y de paso alguna de estas le sea entregada a modo de “Catafixia” a Gilberto Borja Navarrete primer empresario que le fue entregada en el 2005 la medalla “Belisario Domínguez”.

Este tipo de distinciones deberían ser otorgadas (pienso) a periodistas, literatos, luchadores sociales o por lo menos a políticos progresistas como Gerardo Fernández Noroña, Laida Sansores San Román, (aunque son un poco extremos tienen el valor para exhibir la podredumbre y la corrupción) al presbítero católico Alejandro Solalinde Guerra, a Carmen Aristegui, a Eufrosina Cruz Mendoza y aunque ya esta muy premiada a Elena Poniatowska.

Aunque hay que reconocer que el año pasado (2014) la medalla quedo con quien debería de quedar, y fue el escritor, poeta y magnifico cuentista Heraclio Zepeda quien la recibió. Escritor de lecturas progresistas y dueño de una pluma con estilo versátil, ya que lo mismo escribió ensayos, cuentos, novelas y poesías, y para mi la mejor interpretación cinematográfica de Francisco Villa en la película “Redd México Insurgente” (Paul Leduc, 1973).

Belisario Domínguez nació en Comitan Chiapas el 25 de abril de 1862, estudio la carrera de Medico en la Escuela de Medicina de Paris y regreso a Comitan para instalar su consultorio, tres años mas tarde hace circular una hoja que llevo por nombre “Chiapas” donde denuncia la pobreza en la que estaba sumida su estado natal, después fundo el periódico “El Vate” y desde sus paginas evidencio las acciones autoritarias de Porfirio Diaz y del gobernador porfirista del estado, de 1911 a 1912 fue candidato a la presidencia municipal de Comitan por el Partido Liberal y después fue electo Senador suplente por el Club Liberal Chiapaneco, como Senador fue combativo y son celebres sus discursos en la Cámara de Senadores del 23 y 29 de septiembre de 1913, y que hoy son considerados como unas piezas de oratoria de lectura obligada para los mexicanos y que al igual que muchas de sus manifestaciones políticas se califican como un recordatorio constante de la necesidad de defender la libertad de expresión.

Su muerte fue el resultado de la férrea oposición al régimen dictatorial de Victoriano Huerta, y la crónica de su artero asesinato parece haber salido de una novela policiaca: “La noche del 7 de octubre de 1913 fue sacado de su habitación en el hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, donde se le martirizó y asesinó cruelmente. El doctor Aureliano Urrutia, enemigo profesional de Belisario Domínguez, le cortó la lengua y se la envió como un «trofeo» a su amigo Victoriano Huerta. Como usted podrá observar no hay comparación entre los dos personajes solo nos falta que la medalla la vaya a entregar ¡¡Laura Bozo!!
Recuerde que lo que lo dicho estará bien dicho si se dice Con Urbanidad