Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
Octubre 01
Durante cuatro días una parte de la clase política y una parte de la prensa, se mantuvo a la expectativa sobre la tan anunciada conferencia del ex alcalde Daniel Peña y su pretendido auto-destape a la presidencia municipal.
El día se llegó, hubo conferencia, pero al final fue mucho ruido y pocas nueces.
En síntesis, Daniel Peña sostiene que no busca la presidencia municipal y que lo que quiere es cambiar la forma de hacer política. Que cuando se encuentren políticos y público, que no se recete el político un discurso y al concluir pregunte a los ciudadanos que opinan, sino que sean los ciudadanos los que inicien diciendo qué es lo que quieren de los políticos.
Daniel Peña puede hacer política como él guste, pero no puede obligar a los demás a que sean como él.
Lástima de espera. Daniel Peña, junto con Horacio Garza, son los dos ex alcaldes más queridos por la ciudadanía y se esperaba de él algo más que una clase de filosofía política.
Mientras tanto, el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, Viviano Vázquez, anunció una inversión de casi 4 millones de pesos para construir cinco comedores en las escuelas Antonio Eleodoro Velez, de la colonia Guerreros del Sol; Niños Héroes, de la colonia Claudette; Josefa Ortiz de Dominguez, de la colonia Unión del Recuerdo; y Praxedis Balboa, de la colonia Roma: y en el jardín de niños Profra. Rosalinda Ramírez Hernández, de la colonia Francisco Villa.
En estos comedores serán atendidos 700 alumnos,
Y a propósito de comedores, la encargada de los comedores comunitarios, Leticia Barrera, desecho una propuesta de Javier Pipo Peña, quien pretendía regalar servilletas de tela con su nombre, para mantener calientes las tortillas que se sirven a la hora del desayuno y comida.
Esta era una tremenda barbaridad, que afortunadamente no atendió Leticia Barrera.
Pipo Peña está desesperado por ser alcalde y por eso tiene cada ocurrencia, como la de decir que gran amigo de Alejandro Guevara y esté lo hará alcalde.
Guevara está más interesado primero conseguir la candidatura a la gubernatura y después atenderá peticiones, desde los que quieren chamba, aunque sea de barrendero, hasta los que quieren sacrificarse por su pueblo siendo presidente municipal.
Las aspiraciones de Pipo Peña son legítimas, pero no va a ser candidato del PRI solo porque él dice que es muy fregón, necesita conseguir el consenso de un partido que le ofrezca el registro y se lo van a ofrecer el día que demuestre que tiene respaldo social, que tiene respaldo económico, que tiene carisma, que puede ser un candidato serio, que tiene personalidad propia.
Curiosamente, mientras que Pipo casi casi se siente heredero del diputado federal Alejandro Guevara Cobos, es el grupo de Benjamín Rosales quien ya promueve su imagen en calcas y en las redes sociales y ya anunciaron que estará en Nuevo Laredo antes de dos semanas.
