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El zombi tampiqueño quiere atacar Altamira…

VIDA DIARIA
Por; Rosa Elena Gonzalez

Como en nuestro país se acerca el día de muertos la fecha la quieren aprovechar muchos políticos del pasado, muertos y sepultados que quieren emerger como zombis, se levantan de ultratumba en su intento de revivir, se hacen los aparecidos, piensan que aún hay quien les puede poner altar para nuevamente al pueblo asaltar.

Pobres muertos que no se dan cuenta que su tiempo ya paso, que no habrá ni quien les mande una flor, nadie les dedicará una oración para que DIOS escuche su petición y los regrese al mundo de los vivos en la próxima elección, porque seguro es que ni siquiera el diablo les prestara atención.

Y es que esos personajes del pasado, cuando vivieron al amparo de los presupuestos, se pasaron de vivos, se sintieron semidioses mientras mataban a su pueblo de desesperanza, ellos soñaban en ser gobernadores y así tener más años de bonanza.

¿De quién le hablamos?, hay varios que se ajustan bastante bien a la descripción, pero en esta ocasión el personaje al que nos referimos es el ex alcalde de Altamira y ex Diputado Federal, JAVIER GIL ORTIZ.

¿Lo recuerda?, quizá como legislador federal no, su paso por la Cámara Baja fue con más pena que gloria, pero muchos altamirenses si lo recuerdan, y bastante bien, como presidente municipal, tanto que cada que escuchan su nombre le dedican una poesía maternal, porque GIL ORTIZ se consagró a saquear las arcas municipales en lugar de bien gobernar, así es que la gente de ese municipio, aunque el hombre ande de aparecido, no lo quieren ni escuchar nombrar.

La muestra de que no tiene capital político se vio el martes de la semana pasada, fecha en que cumplió años la esposa de JAVIER GIL y que este aprovechó, corrió invitaciones para “agasajarla”, invitó a propios y extraños pero la mayoría de los que convocó le entendieron la jugada.

Percibieron que la comida no era para festejar a su mujer, que lo haría para demostrar que tiene pueblo, con muchos seguidores, prácticamente quería que le dieran respiración artificial para revivir y regresar a la jugada política, los pocos que asistieron al evento, que por cierto acarreo en microbuses, se fueron decepcionados ,solo recibieron 20 pesos y un plato de barbacoa fría y sin frijoles.

No cabe duda que GIL anda desesperado, tratando de revivir en fechas próximas al día de muertos, el hombre cree que aún tiene el suficiente capital político para nuevamente contender por la alcaldía, lastima, en el pecado lleva la penitencia, el pueblo tiene memoria y no olvida las afrentas.

Pero como a GIL poco le interesa el pueblo busca que lo vea el gran elector, lo grave para él es que con el desaire que le hicieron los invitados a la fiesta no hay mucho que pelear, al evento no asistieron ni los que cobraron en su administración, tampoco sus amigos priistas, bueno, ni siquiera su chofer se apareció.

JAVIER GIL fue uno de los más beneficiados en el sexenio pasado, hizo grandes negocios al amparo del poder y ahora a vivir de los presupuestos quiere volver.

Anda desesperado buscando que el PRI lo tome en cuenta, lo convierta en candidato para ir nuevamente por la alcaldía del pueblo, que dice, le vio nacer, estos son otros tiempos y quizá en el tricolor ni El Diablo de las Fuentes lo voltea a ver.

Hace seis años GIL se auto destapaba, sus seguidores que tenía en aquellos tiempos aseguraban seria uno de los que contenderían por la gubernatura de Tamaulipas, ya había probado el sabor del elixir del poder y ahora aunque sea Alcalde quiere volver a ser.

Apenas hace unos días se ventilaba un caso de invasión de terrenos en Altamira, la gente asegura que detrás de todo esta JAVIER GIL, asusta a unos para afectar a otros y claro, le apuesta a que sean esas personas quienes le apoyen.

En fin, la situación es que hay preocupación en el pueblo de Altamira, ven que nuevamente JAVIER GIL se mueve, que quiere regresar a mal gobernar como lo hizo hace años, la gente sabe que lo que menos le interesa es el bien común, que al empresario solo le interesa hacer negocio, y cierto esta que ese municipio pronto será un buen lugar para negociar.

Los altamirenses no quieren saber nada de JAVIER GIL pero aun así el hombre, antes de que llegue el día de muertos políticos, él quiere revivir, se hace el aparecido, espantando incautos, esperando el ayer le ayude para regresar mañana, como zombi el tampiqueño quiere atacar nuevamente Altamira.

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