FRANCISCO CASTELLANOS J.
20 DE OCTUBRE DE 2015
COAHUAYANA, Mich. (apro).- Al menos tres empleados del hospital local de la Secretaría de Salud de Michoacán están involucrados en un presunto caso de trata de personas, aunque la acusación directa fue formulada contra la madre del recién nacido, supuestamente “regalado” a una pareja de enfermeros.
La campesina Julia Reyes Mares, de 28 años de edad, no sabe leer ni escribir, por lo que nunca supo qué decían los documentos que le mostró el personal del nosocomio de esta ciudad.
Cuando se enteró de que su bebé había sido regalado, la mujer acudió al hospital para pedir que se lo regresaran, pero los empleados se negaron, por lo que acudió a la agencia del Ministerio Público para presentar una denuncia.
Tras una “exhaustiva” investigación, Julia fue detenida por las autoridades, acusada del delito de trata de personas y exposición de menores. Los tres presuntos conspiradores, en este caso mujeres, quedaron en libertad.
De acuerdo con la narración de los hechos, cuando Julia tenía cinco meses de embarazo fue abordada por Lizbeth “Ch”, una trabajadora del hospital, quien le preguntó si era cierto que iba a regalar a su hijo cuando naciera, y a ésta se le hizo fácil decir que sí. La misma Lizbeth le comentó a Julia que conocía a una pareja de enfermeros a quien podría regalarles al bebé.
Posteriormente, sin mayores explicaciones, la empleada del hospital la llevó a que le hicieran un ultrasonido en clínicas particulares y se quedó con los papeles, prometiéndole que le iba a ayudar cuando naciera el niño.
A Julia se le adelantó el parto y buscó a Lizbeth, quien la llevó al hospital de Coahuayana, de donde la refirieron a Tecomán y de ahí a Colima. Finalmente fue internada en un nosocomio de Manzanillo, donde tuvo a su bebé por cesárea el 12 de junio pasado.
Cuando Julia fue dada de alta la llevaron a una casa deshabitada en la misma ciudad de Manzanillo, donde le llevaron al bebé para que se despidiera de él. Los papeles del recién nacido se los quedó Lzbeth.
Posteriormente una empleada del hospital de esta ciudad, Catalina “L”, y una tercera persona, regresaron a Julia a su domicilio en esta ciudad.
Una semana después del parto, tiempo en el que nadie la visitó, Julia fue al hospital para que le quitaran las puntadas y ahí buscó a Lizbeth para pedirle que le regresara a su bebé, pero ésta se negó con el argumento de que ella misma lo había regalado. Le dijo que el pequeño estaba bien, pero muy lejos, aunque en el mismo nosocomio le dijeron que a su niño lo tenía una empleada de nombre Magda “O”.
Aconsejada, Julia interpuso una denuncia ante la agencia del Ministerio Público de Coahuayana. Tras tomar las declaraciones a Lizbeth y Catalina, éstas señalaron que Magda “O” y su esposo tenían en su poder al recién nacido, por lo que la pareja fue llamada ante la autoridad. Junto con los papeles que les había entregado Lizbeth, los esposos regresaron al bebé, quien primero fue puesto bajo el cuidado del DIF local y luego enviado al de Morelia.
Concluidas las diligencias, la agente del Ministerio Público ordenó la aprehensión de Julia Reyes Mares por los delitos contra la filiación y el estado civil y exposición de menores, y trata de personas. La mujer, quien tiene otros seis hijos, se encuentra detenida en el Centro de Reinserción Social “El Bordonal”, en el municipio de Lázaro Cárdenas.
Sobre el delito de presunta trata de menores, el área jurídica de la Secretaría de Salud estatal inició una investigación interna, sin que hasta ahora se conozcan los resultados, pero las tres empleadas que participaron en el hecho continúan en sus puestos de manera normal.
Al conocerse el caso de Julia Reyes Mares, la población coahuayanense manifestó su indignación por la injusticia cometida contra la mujer. Y, mientras, el hospital local es señalado como un lugar “donde se roban niños”.
