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Aguas revueltas en el PAN

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Raúl Hernández Moreno

Octubre 16

El flamante secretario adjunto de la presidencia del CEN del PRI, Marco Antonio Bernal, se reunió con el presidente del Comité Directivo Estatal, Rafael González Benavides.

Fue una visita de cortesía y al final Bernal declaró que el PRI tiene una estructura fortalecida y va por el triunfo en el 2013, en las 13 entidades donde habrá elecciones, 12 de ellas renovando gobernador.

Bernal estará en Nuevo Laredo el próximo lunes, en la que sería su tercera visita en menos de dos meses.

Las dos primeras visitas, la verdad, han estado desangeladas, aguadas. Hasta ahora Bernal se ha presentado como un taco de carnitas, pero sin carnitas. Hasta ahora no se ha notado la presencia de la ex diputada Rosa María Alvarado Monroy, quien es la principal promotora de Bernal.

Rosa María está convencida de que si Bernal logra la candidatura a la gubernatura, ella será la candidata a la presidencia municipal en Nuevo Laredo. Es un interés legítimo, pero apostarle a la inercia nunca ha sido una buena estrategia política.

No podemos pedirle al señor Bernal que de la noche a la mañana cambie su cara de palo, pero ya es hora de que empiece a hacerlo, por su propio bien.

En otro tema, ya se veía venir el acuerdo de la Comisión Permanente del PAN en Tamaulipas, para que los candidatos a gobernador, a las 43 alcaldías y a las 22 diputaciones, sean designados por el Comité Ejecutivo Nacional.

Esto no sorprende, en Nuevo Laredo, los últimos candidatos a la presidencia municipal han sido impuestos por el CEN, desde Arturo Sanmiguel, Hugo Galindo, Salvador Rosas y Carlos Canturosas.

En el PAN no hay vocación democrática, más que en el discurso.

La última elección donde se dejo a los militantes escoger a su candidato, ocurrió en el 2001, cuando Heriberto Cantú y Héctor Peña compitieron por la candidatura a la alcaldía y el primero ganó, repartiendo regalos entre los militantes, que entonces eran 115.

Con este acuerdo, se complican las aspiraciones de Carlos Canturosas y de Enrique Rivas, por obtener las candidaturas a la gubernatura y la alcaldía, respectivamente. De hecho, las probabilidades de éste último, son similares a las de un sorteo de la lotería nacional. Igual y la suerte lo favorece, porque encima hay el riesgo de que le revivan el expediente judicial por lo del camión de despensas que se le detectó afuera de su casa en Ciudad Victoria.

Y cuyo origen jamás explicó. Tan sencillo que hubiera sido presentar la copia digital de cuando compro las despensas. Pero nunca lo hizo, prefirió la opacidad.

En política, acaba de decir René Bejarano en Nuevo Laredo, los negativos de cualquier político salen a relucir en las campañas. ¿Se refería a él o a Rivas Cuéllar?

Con el acuerdo de que los candidatos del PAN sean de designación, el más contento es el diputado Salvador Rosas Quintanilla. Dicen sus amigos, que ya mandó hacer su propaganda, para tenerla lista, cuando arranque la campaña.

Lo cual nos recuerda que algunos connotados panistas aseguran que Rafael Pedraza se quedó con camión de propaganda que mandó hacer cuando soñaba con ser candidato a diputado federal, en febrero de este año. Estos panistas aseguran haber visto el camión, nadie se los contó. ¿Será verdad?

En medio de todo esto, si el acuerdo de la designación de candidatos por el CEN del PAN ha sido un golpe demoledor para algunos, cobra fuerza la versión de que se desaparecerá el Comité Municipal del PAN en Nuevo Laredo para convertirlo en Delegación. ¿Será cierto? Por lo pronto, Pedraza, ya mandó decir que si le quitan el partido, ya no les prestará el local donde actualmente opera el Comité Municipal del PAN.

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