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45 años de docencia

Maremágnum
Mario Vargas Suárez

Ser maestro es una profesión que despierta un conflicto interior cuando insiste en identificar el auténtico “Deber Ser” como docente de este noble ejercicio.
El verdadero maestro, ése que se prepara para estar frente a un grupo, sabe que la escuela formadora de docentes deja un maremágnum de dudas, a pesar de haber aprobado la currícula profesional.
Las reflexiones de un profesor que durante 45 años ininterrumpidos ha incursionado en los diversos niveles educativos; ya en la escuela pública, ya en la privada, siempre caen en el dilema enseñar o ¿educar?
Ahí está uno de los primeros conflictos del profesor: Enseñar o Educar. A lo largo de 45 años de trabajar en el aula con niños, adolescentes, jóvenes o adultos, el maestro aprende a formular sus propios conceptos. A veces influido por algún teórico, otras en combinación con otro, y algunas más de la auto reflexión.
¿El maestro de la escuela enseña o educa?… ¿Enseña? O de plano educa y enseña. Desde el punto de vista de la formación, las escuelas de docentes capacitan a sus estudiantes sobre las diversas teorías pedagógicas que permiten analizar el proceso enseñanza-aprendizaje.
Quién los forma, permite que los estudiantes conozcan, desde el ángulo de la psicología, la forma en que el individuo capta el conocimiento y las diversas formas para motivarlo en el proceso enseñanza aprendizaje.
Las escuelas Normales y las universidades con facultades de Pedagogía, Educación y similares, prácticamente tienen planes de estudios muy similares, por lo que no es extraño que los nombres de los teóricos les sean familiares.
Quien estudia para maestro, institucionalmente no recibe ningún curso sobre cómo corregir la conducta de los escolares, ni cómo se debe comportar públicamente y cuál es el papel de la escuela y del maestro.
Estoy cierto que el educando recibe la influencia conductual de la familia, la iglesia, la calle y desde luego la escuela. El comportamiento público del educando es producto de la percepción de la sociedad, por lo que la conducta del niño, del adolescente, del joven y del mismo adulto no es otra cosa más que educación..
Sin embargo, el concepto teórico de la educación dice que es la…“formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.” Y desde ése ángulo entramos los maestros a la cuestión del desarrollo intelectual, pero también está implícito lo referente a los asuntos morales y afectivos.
Los maestros y manuales enseñan a los estudiantes del magisterio, cómo modular la voz para explicar una clase, pero jamás nadie te dice cómo actuar ante una conducta de un alumno intransigente y hasta grosero.
Educar y Enseñar. Son dos conceptos muy sensibles que la sociedad y las autoridades mexicanas y quizá en el mundo, dan por sentado que el maestro debe dominar e incluso tener la capacidad de actuar en los momentos de conflicto.
El maestros no debe levantar la voz a los estudiantes, aunque ellos sí lo hagan con sus compañeros o al mismo docente; el vocabulario que el docente use debe ser amable y de acuerdo a la edad y nivel cultural de los educandos. Sin embargo un escolar puede mentar la madre a su profesor.
A lo largo de 45 años he aprendido que el maestro enseña y educa. Aunque a niveles universitarios muchos ‘catedráticos’ solo se limitan a enseñar, estrechan su actuar cuando solo dictar su clase, sin corregir malas posturas, vestuarios, cortes de pelo, vocabulario, colaboración, inasistencias, abuso de los celulares, faltas de tareas o incompletas.
Cierro este espacio para comentarle que la historia de estos 45 años, iniciaron en una escuela primaria del populoso DF, la Escuela Primaria Lisandro Calderón Hernández, de la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, cerca de la Basílica de Guadalupe, donde un día como hoy, pero del año 1970, recibía de manos de la Maestra Ma. Luisa Gutiérrez García, el grupo de Cuarto año “C”.
A 45 años de labor docente, sin interrupciones, continúo en la contribución de formar comunicadores para Tamaulipas y para México. Comunicadores comprometidos con ellos mismos y con su entorno.
Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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