Maremágnum
Mario Vargas Suárez
El sobrenombre de Los Vanguardistas no es extraño para la clase magisterial, puesto que se refiere a una época -para muchos- ‘dorada’, que inició un día como hoy 22 de septiembre, pero del año de 1972.
Es parte de la Historia del SNTE, de ése sindicato magisterial que por lo menos ha tenido tres etapas, más, la presente.
Empieza en el invierno de 1944, cuando el presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1948), reúne en el Palacio Nacional de Bellas Artes, a los líderes magisteriales más representativos del magisterio y prácticamente “los encierra” hasta acordar una sola representación sindical de los maestros.
Todavía en los inicios de ése 1944, los historiadores no tenían registrado el número de sindicatos, sociedades, asociaciones, federaciones y confederaciones de profesores de la república mexicana, por lo que la iniciativa presidencial está encaminada a la puesta en común para que los maestros fueran representados sindicalmente ante el gobierno por una sola entidad.
La primera parte de la historia del SNTE, registra a tres hombres como los auténticos líderes del SNTE: Jesús Robles Martínez, Manuel Sánchez Vite y Edgar Robledo Santiago. El primero egresado del Instituto Politécnico Nacional, que desde su vida estudiantil se destacó como líder.
Robles Martínez, ingeniero, fue secretario general del SNTE (1949-1952); También delegado del IPN; primer Presidente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET); titular de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
Jesús Robles Martínez fue director del Banco Nacional de Obras y Servicios, varias veces se desempeñó como Diputado y otras tantas como senador. “Heredó la Secretaría General del SNTE al hidalguense Manuel Sánchez Vite (1952-1955).
Sánchez Vite, profesor egresado de la Normal del Mexe en Hidalgo, fue procurador, diputado, senador, gobernador, director del ISSSTE, presidió el PRI Nacional.
El chiapaneco Edgar Robledo Santiago fue normalista, fundador de varias escuelas rurales y catedrático del nivel superior, secretario general de la sección 27 y del SNTE (1964-1967), director del ISSSTE, diputado y senador; representante de Chiapas en el DF.
La primera parte de la historia del SNTE corresponde a estos tres personajes, que se distinguieron por designar a la persona que debía estar al frente del SNTE cada trienio. Se puede afirmar que su período abarca de 1944 a 1972.
La segunda parte de la historia del SNTE la protagoniza el potosino Carlos Jongitud Barrios que había sido un personaje opaco que camino bajo la tutela de Manuel Sánchez Vite. Hay quién calificó a Jongitud como el carga-portafolios, el chofer y hasta guardaespaldas del hidalguense.
Carlos Jongitud sabía los caminos y atajos por donde llegar a un destino, puesto que fue el hombre de confianza del poderoso Sánchez Vite y esto le valió para que el presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) le confiriera la ‘conquista’ del sindicato magisterial, considerado el sindicato más grande de Latinoamérica, por sus agremiados.
El movimiento “Vanguardia Revolucionaria del SNTE” fue encabezado por Carlos Jongitud Barrios el 22 de septiembre de 1972 y para la historia quedó grabada una nueva etapa del sindicalismo magisterial.
Los registros históricos dicen que la tarde noche de ése 22 de septiembre, los seguidores de Jongitud removieron por la fuerza del cargo, al Secretario General del SNTE, Ing. Carlos Olmos Sánchez, identificado como gente de Sánchez vite.
Vanguardia Revolucionaria del SNTE, -es decir, Jongitud Barrios- designó como secretario general interino al tamaulipeco Eloy Benavides Salinas (sept. 1972 a feb.1974) para que en un Congreso Nacional en La Paz B.C.S. Carlos Jongitud Barrios se erigiera como nuevo secretario general (1974-1977).
A partir de este ‘movimiento democrático’ la historia del SNTE la escribe el potosino Jongitud, asumiendo el rol de ‘líder moral’ y crear líderes locales en las regiones o entidades, como en Tamaulipas, Jesús Cervantes Sánchez.
Jongitud, al igual que otros líderes magisteriales, fue diputado, senador, gobernador y ascendió a cargos públicos dentro de las administraciones presidenciales, incluyendo escaños en el PRI. Don Carlos cierra su ciclo sindical junto al de Don Joaquín Hernández Galicia, La Quina. A uno le quitan. El otro entrega el poder.
La tercera parte de esta historia está en otra entrega.
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