Tintero
Por Francisco Pucheta González
Les pusieron ´´cola´´ como vulgarmente se dice en el argot del bajo mundo del hampa y cuando llegaron a su domicilio los asaltaron, sacaron todo lo que tenían de valor y se fueron en medio de la oscuridad de la noche y bajo el manto protector de la impunidad.
Es el nuevo estilo para cometer latrocinios contra la ciudadanía indefensa. Ahora tocó a los Pérez y mañana quién sabe.
La familia regresaba de un festejo no muy noche cuando el padre notó que eran seguidos por otro vehículo. Trató de perderse por las calles pero no logró zafarse de los delincuentes.
Al final los alcanzaron, coparon y sometieron obligándolos a guiarlos a su domicilio donde fueron despojados de todo. El matrimonio y sus tres hijos no daban crédito a lo ocurrido.
En el Nuevo Laredo violento e inseguro cualquiera puede ser víctima de un hecho así, en el día o la noche, y si no que lo diga otro reconocido profesionista y servidor público que recientemente sufrió junto con su familia un asalto similar en su propia casa.
En plena tarde llegaron tres sujetos armados, forzaron rejas, rompieron puertas y se metieron por la fuerza. Adentro conminaron a sus ocupantes a despojarse de las cosas de valor.
En medio de la angustia el padre de familia trató de defender a su esposa e hijos y como respuesta le dieron una paliza y se llevaron las cosas de valor que tenía en su casa incluyendo una camioneta y un coche con sus respectivos documentos exigidos por los hampones.
Y no se diga del robo de acumuladores automotrices que también están a la orden del día.
La ciudadanía es víctima de la inseguridad, las autoridades no cumplen con su papel de proteger y servir y ahí se la llevan cachetonamente sin cumplir con el precepto Constitucional que las obliga a mantener la paz y el orden a cambio de los impuestos que pagamos.
Las denuncias de las víctimas salen sobrando, nadie las pela; las fuerzas de seguridad le sacan al parche o hacen como que la virgencita les habla. ¿Entonces en manos de quién están los neolaredenses?.
Es responsabilidad de las fuerzas de seguridad (Policía Estatal, Fuerza Tamaulipas, Procuraduría, Sedena y Policía Federal) ampliar sus operativos para combatir a la delincuencia del fuero común que anda muy desatada
