Alejandro Guevara, el moderno Rey Midas
Escenario Político
Marco Antonio Torres De León
¿Qué quiso decir Alejandro Guevara Cobos cuando afirmó -en su discurso de anoche en el evento artístico de La Trakalosa- que no tiene padrinos, cuando de todos es conocido que su gran «padrino» es nada más y nada menos que el presidente de la república, Enrique Peña Nieto?
Hay varias razones por la que quizás lo afirmó, una de ellas es declararse políticamente muerto, al muy clásico estilo de Andrés Manuel López Obrador con su frase, «a mí denme por muerto», expresión que hace unos 4 años levantó polémica nacional.
Pero si Alejandro Guevara lo hizo, debe haber una razón más de fondo, motivo por el cual externo la frase tras el micrófono.
Enseguida diría: «Yo no tengo padrinos políticos, mi único padrino político son ustedes mujeres hermosas, son los hombres y son estos jóvenes que están esperando el juego. Con ustedes mi principal compromiso. Además, soy ahijado del pueblo”.
Luego remató: “Y recuerden bien, que como me enseñaron desde chico, amor con amor se paga”.
Llama la atención el hecho de que Alejandro nunca declaró literalmente su deseo de ser gobernador, pero su declaración y perfil discursivo lo delató; lo delató su postura política.
Y es que como dice el proverbio, a explicación no pedida, culpa admitida.
Aún así, nos pareció que el aspirante a gobernador de Tamaulipas hizo lo correcto.
No hacer alusión directa al tema de la autopromoción, ni lo sacó a la luz con desvergüenza.
En política tejer fino es de virtuosos. Es chocante usar la rudeza, y menos cuando no es necesario.
Evidentemente Alejandro Guevara sabe que la gente no es tonta. Y que los ojos de amigos y enemigos están puestos sobre él. Por eso evita cometer errores.
Además faltaría a la ley electoral del INE, misma que rige y sanciona -desde ahora- todos los actos anticipados de campaña, sea cual sea el matiz.
En realidad cada aspirante sabe que camina sobre cuchillos afilados y sobre navajas. Todos lo saben. Y deben cuidar de no incurrir en un error, pues aquí, diferente a una campaña formal, pelean priistas contra priistas.
Por tanto cometer un error es más peligroso.
Su arenga resultó ser cifrada, ejecutada con cuchillo de precisión, con tenazas y con pinzas quirúrgicas milimétricas. Todas dieron perfectamente en el blanco.
Tal como Alejandro Guevara lo predijo.
El mantense sabe sus capacidades. Sabe que el enemigo está esperando los errores que comete el adversario.
Se juega mucho de aquí al próximo año 2016, una gubernatura sexenal.
Todos lo saben.
Marco Antonio Bernal a saber, es un hueso duro de roer, con todo y su raquítico kilometraje recorrido por el estado de Tamaulipas, mismo que pretende gobernar.
Bernal fue el primero en arrancar precampaña tratando de posicionarse.
Pero aparentemente no le ha ido bien, no conoce la estructura del PRI. No conoce a sus líderes actuales. Ciertamente es un teórico, más no un hombre que sepa sobrevivir en territorio.
Se expone demasiado; comete muchas omisiones que a éstas alturas pesan tanto como un grave pecado.
Cree que con organizar foros es suficiente; más no es así.
Se necesita hablar de tú a tú con las bases. Y él no está preparado. Por desgracia no sabe cómo enchufar con los jóvenes porque para su desgracia, ya es un político viejo, pasado de moda.
Ciertamente quien mejor conoce a los tamaulipecos, gracias a su espíritu arrojado y abierto, es ALEJANDRO GUEVARA COBOS.
Por eso algunos comienzan a llamarlo El Rey Midas, por aquéllo de ser un político que todo lo convierte en oro.
Tiene un arrastre que ya lo quisiera Edgar Melhem o Ramiro Ramos y su mundo de Walt Disney. Uno, el primero, el riobravense, no contacta en automático con la juventud, pese a ser un joven que no supera aún los 50 años.
Aunque detrás de él esté apoyándolo un carismático ex gobernador y su fino operador político de cabecera.
Cierto, Melhem se convirtió el líder de la bancada tamaulipeca priista, por votación aparentemente democrática.
Pero los votos, se sabe, ya estaban delineados a su favor antes que cada uno de los diputados federales (presentes en el acto) alzaran la mano.
Aquí en El Mante, cambiando de tema, vemos que RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL apuntala su proyecto político rumbo a la alcaldía, de cara al próximo año.
Para él es una asignatura pendiente.
Sabe que le toca; y se juega el todo por el todo, como cuando juega fútbol en los llanos.
Rigoberto no quita el dedo del renglón. Aunque otras figuras han querido distraerlo, no pierde de vista el objetivo, ganar la candidatura del PRI a la presidencia municipal.
Está acumulando firmas de todos los sectores. Con tan buena suerte que está obteniéndolas sin dificultad.
Calladamente, Rigoberto avanza incontenible.
Así es su estilo, respetuoso, silencioso, discreto pero eficaz.
Esta vez no está cometiendo errores como en el pasado, de sobreexponerse demasiado a la fama; y buscando una popularidad que ya no necesita pues ya la posee. Por algo es el aspirante del PRI más conocido de todos.
Hace 3 años se mantuvo en la cima durante 2 años y medio; y en el último medio año su popularidad se derrumbó. Para desgracia de su proyecto.
Hoy agarra al toro por los cuernos. Y va por todo, habiendo digerido y superado errores del pasado.
Logró entablar alianzas a su favor de ex diputados locales como por ejemplo JESÚS ZERMEÑO GONZÁLEZ, ex castellanista, quien está bien metido con su equipo, apoyando en todo.
Se dice que Zermeño podría ser el próximo tesorero municipal.
También están aliados con él algunos ex líderes sindicales del IMSS como por ejemplo CÉSAR RESENDIZ REYES y su esposa LOLITA ROMERO, ex regidora del anterior cabildo encabezado por el extinto, doctor Humberto Flores Dewey.
Bien, por ahora es todo, nos vemos pronto.
PD:
Ayer la plana mayor del periodismo de ciudad Victoria se dejó venir al acto político-musical de La Trakalosa celebrada en El Mante, confirmándose así la buena química que hay entre el diputado federal electo ALEJANDRO GUEVARA COBOS y la prensa.
De hecho Alejandro Guevara es el aspirante a gobernador más popular entre los periodistas de todo Tamaulipas. Mantiene una estrecha relación de amistad y respeto con casi todos los reporteros, columnistas y editores de medios. Y a decir verdad, ningún otro aspirante lo supera en ese renglón.
Ese es un punto a favor del mantense. Pues por alguna razón, ningún otro aspirante ha logrado igualar lo hecho por Alejandro Guevara, ni tampoco ha logrado hacer entender a sus respectivos colaboradores de prensa que deben ser enlaces eficaces, y no solo de membrete.
Una logística fuera de lo común, extraordinaria, es la que ha logrado la periodista reynosense Karla Cabrera, cosa digna de reconocer.
Bien, hasta aquí por ahora, nos vemos en breve.