“Una vergüenza total que Francia invite a ese criminal…”, claman en segundo día de visita de Peña
EMILIE BARRAZA
14 DE JULIO DE 2015
DESTACADO
PARÍS (apro).- El segundo día de la “histórica” visita de Estado de Enrique Peña Nieto a Francia, como lo calificó el propio mandatario, estuvo marcado por la detención de una docena de manifestantes mexicanos y franceses y el sorprendente color rojo del agua de las fuentes-monumentos de París.
Lejos de su país y de la crisis política ocasionada por la segunda fuga de El Chapo Guzmán, el paseo de Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera hizo hoy una lujosa parada en el desfile militar de Francia, en honor a la Toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789, y el inicio de la Revolución francesa.
Era la primera vez que un jefe de Estado latinoamericano era invitado de honor del desfile militar más antiguo del mundo. Para el protocolo diplomático francés se trata de una distinción muy prestigiosa, quizás la más prestigiosa, que no es sistemática cada año. Era también la primera vez que un país latinoamericano abría el desfile militar francés con presencia de sus tropas.
En un ambiente policiaco, los 156 militares mexicanos bajaron los dos kilómetros del Arco de Triunfo a la Tribunal Presidencial, donde estaban sentados los dos mandatarios. Víctor Hugo Serrano Estrada, teniente coronel de Infantería de Estado Mayor, lideró un contingente mexicano compuesto de integrantes del Heroico Colegio Militar, de la Heroica Escuela Naval Militar, del Colegio del Aire y de la Gendarmería.
Discretamente aplaudidos por el público aglutinado detrás de las vallas, los militares mexicanos recibieron por parte de unos espectadores o turistas discretas, aunque sarcásticas reflexiones sobre la fuga de El Chapo Guzmán y la crisis de derechos humanos que priva en el país.
“No entiendo por qué Hollande lo invitó… creo que matan a mucha gente en México”, comentó una espectadora cuando bajaban los militares mexicanos. Su esposo parecía más fascinado por los seis halconeros que llevaban en su brazo las impresionantes águilas reales y aguilillas del Ejército Mexicano.
Para agradecer a Peña y su esposa, Angélica Rivera, calificada en el canal francés BFM TV de “Grace Kelly mexicana, verdadera estrella en su país”, el Ministerio de la Defensa francés planeó un show de paracaidistas en honor a los dos países. Seis de ellos saltaron de un helicóptero y desplegaron las banderas mexicana, francesa y la de la Unión Europea frente a la tribuna presidencial.
“Peligrosos” guantes de látex
Para el país anfitrión, la visita de Peña Nieto tiene que ser la culminación, el clímax, del proceso de recalentamiento de las relaciones entre ambos países. Para las autoridades francesas, era entonces imposible arruinar la luna de miel con unos inconformes. La avenida de los Campos Elíseos estaba repleta de policías, en uniformes y vestidos de civil o, a veces, disfrazados de turistas, con pantalones cortos y cámaras. El miedo a un atentado terrorista o un ataque al presidente de la República (como ocurrió en 2002) convierte cada año el desfile militar del 14 de julio en la jornada con más presencia policial en la capital gala.
Jean-Pierre y una veintena de personas, franceses y mexicanos, experimentaron esa fuerte intransigencia policiaca. Llegaron esta mañana a los Campos Elíseos con una sorpresa para los 156 militares mexicanos del desfile: pequeños guantes de látex pintados de rojo color sangre con el número 43 escrito en negro. “Pero no había empezado el desfile que ya los policías nos estaban vigilando”, dice Jean-Pierre a Apro.
“Teníamos escondidos los guantes, pero algo sospecharon y nos sacaron del público. Por medio de walkie talkie, la policía alertó sobre la presencia de mexicanos”.
Detienen a una docena de manifestantes
Los agentes revisaron las bolsas de los supuestos inconformes y los llevaron a la Comisaría en un camión de la Policía Nacional. “No consiguieron arrestarnos a todos”, dice Jean-Pierre. “Una compañera se quedó en el público, pero con tantos policías infiltrados era complicado. Cuando bajaban los soldados mexicanos, un policía francés la amenazó diciéndole: “cuidado, te estoy vigilando”.
En la comisaria, los policías quitaron a los 11 detenidos las pertenencias y empezaron a preguntarles “su identidad, lo que iban a hacer, el nombre de su organización, si tenían algún jefe o responsable”. Cuatro o cinco horas más tarde todos los inconformes, con los “peligrosos” guantes rojos, fueron liberados sin cargos.
EPN: “invitado cargoso” para la prensa francesa
Ese episodio revela la atmosfera represiva que reina a lo largo de la visita de Estado del mandatario mexicano, verdadera alfombra roja desplegada por los franceses para el “socio económico mexicano”, así como lo calificó un comentarista del canal BFM TV.
“Hay controversias, pero aquí, México, es un posible socio económico con Francia. El presidente Peña viene para firmar contratos, pero, sí, es una visita controvertida porque en México, como lo vimos con la fuga de El Chapo Guzmán, hay mucha corrupción, y las violaciones a los derechos humanos son frecuentes, los opositores asesinados y los periodistas amenazados”, dijo el comentarista del desfile.
Usualmente, el canal BFM TV no suele ser un especialista del periodismo crítico, por lo tanto, tal comentario en uno de los canales de mayor audiencia en el país galo refleja la temperatura de la prensa francesa, escéptica ante la visita del jefe de Estado mexicano.
Radio France Internationale calificó esa visita de “muy criticada” y concretizada “en un momento particularmente delicado para el gobierno mexicano”.
Libération, en una nota titulada “Peña Nieto: el invitado cargoso”, recuerda que ese mismo gobierno presente en los Campos Elíseos “demostró muy poca voluntad en investigar la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala”.
Para el muy leído y popular Le Parisien, que considera el desfile militar como un “instrumento diplomático”, hay que recordar las “declaraciones del Alto Comisionado de la ONU, Juan Méndez, sobre la tortura “generalizada” en México, tanto por militares que por policía, y de manera impune”.
El agua sale roja
El colectivo París-Ayotzinapa organizó esta tarde el “Otro 14 de Julio” con una movilización en el corazón de París, en honor a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, los otros desaparecidos y todas las víctimas de violaciones a derechos humanos. Un centenar de personas, franceses y mexicanos, repudiaron en la Fuente de los Inocentes la presencia del mandatario mexicano y la diplomacia económica promovida por el gobierno francés. “Es una vergüenza total que Francia invite a ese criminal para el Día Nacional que conmemora los valores de la Revolución”, reprochó Camille, una estudiante parisina.
Los colectivos París-Ayotzinapa y Marsella-Ayotzinapa tuvieron la idea de echar colorante alimentario rojo en las fuentes monumentos de Saint-Michel, de los Inocentes en París y de la Plaza Stalingrad en Marsella.
Poco a poco, el agua se tiñó de rojo, ante la mirada sorprendida de los parisinos y turistas. Pegaron en las fuentes rostros de los estudiantes, papeles que explican las desapariciones en México. “Es el símbolo de toda esa sangre derramada y de los que no tienen justicia”, declaró una de las organizadoras.
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