Javier Corral, el “sepulturero” de Madero
ESCENARIO POLÍTICO
Por Marco Antonio Torres De León
La intromisión de los panistas a territorio mantense es cosas que preocupa a los operadores políticos del PRI, acaso por una implicación lógica de traición en el suceso.
Se cree que CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS ha metido mano en esta ínsula, acaso sacándose la espina por el contundente 8-0 que lo hizo morder polvo el pasado 2 de junio en Tamaulipas.
Contrastante resultado, si se compara con el 6-2 a favor del PAN obtenido en 2012, cuando EGIDIO TORRE CANTÚ iba empezando y fue pillado desprevenido.
En aquél 2012 el PRI solo ganó dos distritos, el V y el VI, Victoria y ciudad Mante.
Y como colofón de esta corta historia, este 2015 la derrota del partido tricolor al PAN fue contundente, un golpe mortal.
Los dejó nomás mirando.
Y los sueños del aspirante eternal a gobernador por el PAN Francisco Javier garcía Cabeza de Vaca se vinieron abajo, junto con los de su fiel soldado César Verástegui Ostos.
César Verástegui Ostos modificó su estrategia, se metió al Mante.
Y muchos se preguntan, ¿Para qué, si su zona de influencia es Xicoténcatl y un rincón minúsculo de Gómez Farias?
La razón es obvia, se mete con el propósito de sumarle votos al aspirante a gobernador Cabeza de Vaca, quien cree tener un reducto o filón de oro en ésta comarca.
César Verástegui se ha metido al Mante urbano, ciudad compuesta por unos 90 mil habitantes entre fijos y movibles, todo en aras de trastocar los cimientos de la estructura política, actualmente en poder del PRI.
En realidad Verástegui Ostos da golpes al aire, aunque no del todo.
Torpe no es; se dice que es un estupendo operador político y que sabe por dónde convencer a los indecisos, por el bolsillo.
Se le acusa de aventar ‘cañonazos’ al aire de hasta 15 mil pesos en las colonias Nacional Colectiva 1, 2 y 3; en la colonia Linares y en el poblado El Limón y zonas aledañas.
El Limón se halla asentado a orillas del Guayalejo.
De éste lado es El Mante y de aquél extremo (norte) es Xicoténcatl.
Se habló -en su momento- de la danza de los millones, que acabaron convenciendo a priistas indefinidos de votar por el PAN. Factor que causó que ALEJANDRO GUEVARA COBOS disminuyera su ventaja un poco aquél día.
Aunque aún así ganó contundentemente.
Evidentemente que el PAN se carcajeó a más no poder ese día largo de jornada electoral.
Y en el PRI hubo preocupación.
Ahora bien, el PRI debe abocarse a descubrir las razones de la extraña invasión.
Es claro que El Truco busca congraciarse con los máximos líderes del PAN a raíz de que perdió vergonzosamente Tamaulipas el 7 de junio de 2015.
Y es evidente que busca asestar un golpe de 3 bandas, uno, sumar votos a favor de FRANCISCO J. GARCÍA CABEZA DE VACA en el presumible caso que resulte ser el candidato oficial a gobernador de Tamaulipas y dos, sumarle adeptos al próximo candidato del PAN a la alcaldía del Mante, cuya identidad es un misterio.
Y el tercer golpe fue, restarle votos al PRI con Alejandro Guevara Cobos de candidato.
Pasemos a otro asunto, aunque referente el mismo tema del PAN.
Acción Nacional sufre un descrédito nacional, del cual creemos, difícilmente se recuperará.
Y ese descrédito tiene que ver con corrupción, que como cáncer ha invadido sus estructuras, dejando al partido blanquiazul fundado por Manuel Gómez Morín postrado, a punto de morir.
GUSTAVO MADERO y su vergonzosa alianza con el PRI de ENRIQUE PEÑA NIETO y su impulso a las reformas perjudiciales emanadas de Los Pinos (y elaboradas en muchos de los casos por legisladores del PAN) provocó que los electores mexicanos le dieran la espalda.
Tanto a un partido como al otro.
Una gran prueba del desprecio a ambos partidos fue Nuevo León, donde ganó la gubernatura JAIME RODRÍGUEZ El Bronco, aplastando y humillando al binomio depredador, asesino.
Enrique Peña Nieto está a punto de ser lanzado de patitas en la calle por sus excesos.
Se ha manchado las manos de sangre y ha convertido al ejército mexicano en su brazo armado; pues el ejército es quien dispara las balas de metralleta, mientras desde Los Pinos se dan las órdenes.
Hay centenares de historias de ese tipo en Michoacán (Santa María Ostula y Tepalcatepec), Estado de México (Tlatlaya y San Salvador Atenco), Guerrero (Ayotzinapa y Chilpancingo) y Oaxaca (Oaxaca).
Pueblos enteros asentados en las montañas han sido atacados por policías y elementos del ejército, y en actos de barbarie, decenas de indígenas y lugareños han desaparecido o bien, muerto bajo el poder mortal de las balas.
Si otra época viviéramos, estos actos genocidas y de represión no se conocerían; mucho menos saldrían a la luz, casi al momento de ocurrir.
Pero los mexicanos gozamos de una buena suerte a nuestro favor, la internet.
Las redes sociales y la tecnología han hecho que los casos se sepan al instante, difundiéndose en todos los rincones de México y el mundo.
Pero retomemos el tema. Para allá vamos.
Gustavo Madero Muñoz, quien por cierto es sobrino-nieto de aquellos próceres de la Revolución, Francisco I. Madero y Gustavo A. Madero, hermanos ambos, ha desilusionado con su corrupto proceder a los mexicanos de hoy.
En colusión vergonzosa con el PRI, y aprovechando su liderazgo en el PAN, accedió a aprobar toda clase de reformas, la educativa, la de Salud, la energética y la electoral, sabiendo el daño que le causaba a la actual generación.
Por eso el país decidió acabar con el bipartidismo.
Repetimos, un ejemplo claro ocurrió en Nuevo León y en Jalisco, donde ganó la oposición de manera contundente y clara.
Toda la metrópoli que rodea a Guadalajara, que es Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco de Zúñiga y otros municipios circundantes a la capital jalisciense la ganó el partido Movimiento Ciudadano.
Por supuesto en Nuevo León el PRI y el PAN fue apaleado.
El partido MORENA por su parte ganó más de la mitad de las delegaciones en el Distrito Federal.
GUSTAVO MADERO MUÑOZ apoya -desde las cañerías del poder asqueante del PAN- al queretano RICARDO ANAYA CORTÉZ, un muchachito aparentemente cándido y bien intencionado, pero cuyos hilos son diabólicamente manejados desde la oscuridad por el padrino Madero Muñoz.
El abyecto propósito es claro, seguir detentando el poder desde el Senado y desde el Congreso de la Unión para así poder negociar con el PRI -y en su defecto con el PRD, partido político igual de corrupto que el primero- todas las reformas e iniciativas de ley enviadas por el ejecutivo.
Al tripartidismo el pueblo le importa un comino.
Primero el cañonazo de billetes para ellos.
Luego todo lo demás.
El pueblo mexicano entretanto eructa su dolor y sufre los estertores causados por la injusticia.
La contraparte de Ricardo Anaya Cortéz se llama precisamente JAVIER CORRAL, Senador nativo de Chihuahua, quien ha resistido valientemente a los íconos del poder de la actualidad, ENRIQUE PEÑA NIETO, presidente de México y en su terruño Chihuahua, al represor gobernador CÉSAR DUARTE JÁQUEZ.
De hecho ocurre un curioso fenómeno en la singular lucha por la presidencia nacional del Partido Acción Nacional entre RICARDO ANAYA y JAVIER CORRAL.
Si este último, Javier Corral no tuviera los alcances de demócrata consumado que tiene, ni el alto prestigio que lo acompaña a donde quiera que va, esta guerra sería tan común y corriente como cualquier otra.
Y nadie apostaría un centavo por la esperanza de ver al PAN cambiado, sufriendo una sana metamorfósis.
Pero esta contienda adquirió alcances; logró un valor agregado.
Pues el prestigio de JAVIER CORRAL es tal, que las masas -él le llama las bases- del PAN se han desbordado en todo el país, para conseguir que gane el demócrata Corral.
En Chihuahua Corral ha emprendido feroz pelea contra el gobernador, acusándolo en el Senado de represor, asesino y ladrón.
A Duarte Jáquez no se lo manda decir, se lo espeta en pleno rostro.
Esperemos a ver qué pasa, si logra ganar el candidato que simboliza “más de lo mismo” Ricardo Anaya Cortéz o bien, si los votos le favorecen a la opción demócrata del PAN, Javier Corral.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos pronto.