Personal del penal es interrogado para las investigaciones correspondientes
Por: Gardenia Mendoza Aguilar
México.- El narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera se fugó por segunda ocasión. Fue a través de un túnel de aproximadamente un kilómetro y medio que se construyó entre el área de regaderas del Penal Federal del Altiplano I y un predio en el poblado de Santanita, municipio de Almoloya de Juárez.
Este último punto, por donde salió prófugo el líder del cártel de Sinaloa, era una construcción en obra negra donde “se encontró mobiliario, enseres y otros objetos que indican que había presencia de trabajadores y veladores”, precisó este domingo en conferencia de prensa, Monte Alejandro Rubido, titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
A lo largo del túnel que tenía un sistema de iluminación, las autoridades encontraron tanques de oxígeno, combustible, material de construcción y tubos PVC que habrían sido parte de los implementos para realizar parte de la obra que se conectó a otro ducto de unos 10 metros de profundidad, 1.7 metros de altura y 80 centímetros de ancho al que se conectó una escalera por la cual se supone descendió el prófugo.
Fue a las 20:52 horas del sábado cuando el Sistema Permanente de Video vigilancia del Penal Federal de máxima segurdad del Altiplano I, en el Estado de México cuando se observó por última vez al escurridizo delincuente.
Guzmán Loera se aproximó al área de la regadera dentro de la estancia 20 del pasillo 2, donde habitualmente, además de su aseo personal, lavan sus enseres, detalló previamente la CNS en un boletín de prensa divulgado pocos minutos antes de las 01:00 horas (tiempo local)de este domingo.
“Al prolongarse la no visibilidad del interno, se ingresó a la celda, la cual se encontraba vacía, por lo que de inmediato se emitió la alerta correspondiente por la probable evasión del mencionado recluso”.
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Rubido detalló que en cuanto se reconoció la fuga, las autoridades penitenciarias lanzaron “una alerta roja”, se detuvieron a 18 personas (quienes ya se encuentran declarando ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación y Delincuencia Organizada), se reforzó el perímetro de la prisión, se revisaron carros y se cerró el aeropuerto de la ciudad de Toluca, ubicado a 90 kilómetros de la ciudad de México.
Y nada. La recaptura del escurridizo criminal parece lejana, hasta el momento.
“El Chapo” Guzmán había sido capturado por segunda ocasión el 22 de febrero de 2014 en el puerto de Mazatlán, Sinaloa (noroeste), su estado natal, después de 13 años de su primera fuga en 2001.
Narco y violencia
Durante el tiempo de su primera fuga y la recaptura, el narcotraficante oriundo de una pequeña localidad del municipio serrano de Badiraguato, Sinaloa se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes; en uno de los más buscados y el líder del trasiego de internacional de cocaína.
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En México, Guzmán sembró el horror de los asesinatos y vendetas del norte al sur del país al traspasar parte de sus operaciones de introducción de la droga procedente de Colombia al estado de Guerrero, donde expandió también una agresiva venta al menudeo desde Acapulco a la Ciudad de México.
La matanza de los 43 normalistas de Ayotzinapa ocurrida el pasado 26 de septiembre es parte de la descomposición social que iniciaron sus operaciones protegidas por autoridades de diversos niveles de gobierno.
Durante el periodo presidencial de Felipe Calderón mantuvo una pelea frontal con el cártel de Juárez para adueñarse de la ruta del noreste, a través de Chihuahua y Texas.
Así se inició el protocolo correspondiente –afirmó el CNS- con lo que se confirmó la fuga del “Chapo” y se ha desplegado un operativo de localización en la zona y en las carreteras de los estados circunvecinos.
Además se han suspendido operaciones aéreas en el aeropuerto de Toluca. “Conforme avancen las investigaciones del caso se seguirá informando”.
El último registro que se tiene en las cámaras de seguridad sobre los movimientos de “El Chapo” son a las 20:52 horas del sábado, en el área de regaderas.
Guzmán Loera fue detenido en febrero de 2014, durante un operativo de las fuerzas armadas en Mazatlán, Sinaloa.
Es la segunda ocasión que Guzmán Loera se fuga de un penal de máxima seguridad. La primera se registró en enero de 2001, cuando el líder del cártel de Sinaloa se fugó de la cárcel de Puente Grande, Jalisco, penal de máxima seguridad.
En esa ocasión salió en un carrito de ropa sucia, por el área de lavandería.
“El Chapo” fue considerado el narcotráficante más buscado de México por varios años.
Ahora tras su fuga se convierte nuevamente en el más buscado por las autoridades mexicanas.
