Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Muchos estudiosos de la política nacional -empírica o con estudios formales- han sugerido la idea de que México está atravesando una crisis muy amplia y severa, desde la seguridad pública hasta los asuntos monetarios, pasando por la educación, la gestión, política interna y externa, etc.
Los comentarios más radicales se han centrado en la posibilidad de una renuncia presidencial y con ella se entendería no el fracaso de un partido político, sino el error en la administración pública federal.
Así lo difundió Carmen Aristegui en su programa de TV por la cadena norteamericana CNN en español, donde Jorge Ramos, un periodista mexicano radicado en Miami, pidió la renuncia a EPN.
Los analistas menos duros, han señalado que con una renuncia global del gabinete y el nombramiento de nuevos secretarios de estado, sería más que suficiente para rectificar el rumbo nacional.
En el caso de Argentina, su presidenta Michelle Bachelet, hace unos días pidió la renuncia a todos sus ministros y dijo que en 72 horas decidiría quién se queda y quién se va.
En este tenor y por la crisis de reformas a medias, vale la pena el análisis sobre la reforma educativa en México que el Dr. en educación, Olac Fuentes Molinar, porque hace fuertes críticas.
Vale la pena decir que Fuentes Molinar es director fundador de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UAT. Profesor de bachillerato, de licenciatura, maestrías y doctorados en diversos planteles nacional, además de investigador de instituciones como el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN.
También asumió el rectorado de la Universidad Pedagógica Nacional, la subsecretaría de Educación básica y normal de la SEP y en los últimos tiempos es investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM.
Las opiniones de Fuentes Molinar, fue publicada en nota periodística de Carlos Lara, donde da cuenta de los puntos de vista sobre la reforma educativa del ex subsecretario de educación básica y normal en el sexenio del Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000)
“La llamada Reforma Educativa ha sido solo de discurso y no en acciones concretas que eleven la calidad de la educación” Inicia la nota periodística y llama mucho la atención este certero golpe a la política educativa presidencial.
Y termina el párrafo “…mientras eso sucede siguen egresando miles de jóvenes de la educación básica sin los conocimientos suficientes.”
Uno de los ejes de la conferencia “Experiencia escolar y logros académicos fundamentales: el reto de la congruencia” dictada en el seno de la Facultad de Ciencias de la Educación que dirige Ovidio Sánchez, se centró en que “…a esta reforma le falta el cambio de fondo… es necesaria la aplicación de un modelo educativo que revierta el atraso que viven los estudiantes mexicanos.”
El filósofo chihuahuense dijo que en las universidades mexicanas –públicas y privadas- y en la Secretaría de Educación Pública (SEP), se sigue hablando de reformas, pero en la mayoría de los casos son “reformas de discurso… no es común que pasen cosas importantes en la realidad.”
Olac Fuentes Molinar afirma que la SEP no tiene un modelo educativo definido. No tiene idea qué mexicano formar, porque más tiempo le han dedicado a la evaluación de los maestros, que a un nuevo modelo curricular.
Con lo anterior no significa que la administración no hayan hecho nada al respecto, pero la realidad es que no sabemos nada en ése renglón, “…no soy muy optimista y pienso que las autoridades actuales de educación no creo que tengan mucha idea de qué puede ser un nuevo modelo educativo…” señaló el investigador.
En otros gobiernos tampoco nos ha ido muy bien con las reformas sexenales a la educación, dice Fuentes Molinar “…me preocupa que no hay discusión, que no haya análisis” En otras palabras, no hay evaluación de lo que se hace.
Finalmente la idea que tiene Olac Fuentes es que entre los profesores hay un ambiente como de supervivencia en la tranquilidad personal; “mientras a mí no me pase nada y a mí no me toquen que se hagan las reformas que se quieran”.
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