Tintero
Por Francisco Pucheta González 4 de Mayo de 2015
A escaso un mes de las elecciones intermedias, las candidatas Yahleel Abdala y Diana Chavira ganan terreno y se posicionan como las mejores exponentes de unas contiendas manchadas por las truculencias en que sistemáticamente incurre el gobierno municipal del neopanista Carlos Canturosas Villarreal.
Metido hasta las chanclas en las campañas azules, al grado de amenazar con correr a trabajadores o degradar a funcionarios de primer y segundo nivel, si no apoyan a la abanderada Laura Zárate, le llegó el primer aviso para que sacara las manos del proceso y luego el segundo llamado de atención en donde un propio del gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú de plano le exhibe sus aberraciones y le advierte de las sanciones que penden sobre su cabeza (la de Canturosas, por supuesto), por romper con la ortodoxia política.
Eso en caso de persistir en su inveterada costumbre de enturbiar la lid cívica del 7 de junio. Ante las sospechas que luego se corroboraron eran ciertas, el edil no tuvo otra alternativa que doblegarse frente a las llamadas de atención y pidió en una reunión previa de cabildo evitar hacer campaña a favor de cualquier candidato.
Inclusive les pidió no usar pegotes con propaganda alusiva a los candidatos para evitar más reprimendas. Esto en el dicho porque en la práctica los regidores panistas han roto con las advertencias, la arrogancia, como siempre.
Lo mismo hizo con los funcionarios a quienes transfirió el mensaje que le mandaron desde Ciudad Victoria. Sin embargo, dicen, apechugó a medias porque no tardó en volver a las andadas y caer en el eterno vicio de los errores que son una constante en este señor.
Por ejemplo, el Primero de Mayo en que se festeja internacionalmente el Día del Trabajo, incurrió en otra violación a la veda electoral al realizar propaganda con vehículos de alumbrado público que se instalaron a la vista del público, en la explanada del monumento a Los Fundadores, de la cual se hizo merecedor a una denuncia ante la PGR, La Fepade y el INE.
Cero y van muchas.
Y como colofón, hace escasas horas se investigaba también una supuesta maniobra del Ayuntamiento local relacionada con la estiba de centenares de despensas salidas de un negocio mayorista y proveedor oficial de la actual administración, ubicado allá por el rumbo de Venezuela y Héroes.
Todo eso contribuye a los malos momentos por los que atraviesa la administración municipal pero se insiste, los factores que lo incuban no son gratuitos, sino producto de la ignorancia, la soberbia y la falta de pericia de un alcalde que además carece de los elementales dones para caerle bien a su pueblo como son sencillez, sensibilidad y simpatía. Así, de plano, está perdido.
Y con todos esos vicios un flaco favor le está haciendo a las candidatas del PRI e Independiente que siguen viento en popa en la carrera por la diputación federal en el Primer Distrito Electoral de Tamaulipas, con cabecera en Nuevo Laredo.
