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LA SOCIEDAD GANO CON EL DEBATE

Tiempo de opinar.

Raúl Hernández Moreno.

Mayo 18.

¿Quién gano el debate entre los candidatos a diputados federales?

Ganó la ciudadanía. Ciertamente al evento asistieron 400, 500, 600 personas, pero la difusión del evento tendrá un impacto que en los próximos días llegará a varios cientos de miles de personas.

En el debate, los candidatos tuvieron oportunidad de presentar sus propuestas y explicar cómo llevarlas a cabo. Con ello dan herramientas a los ciudadanos para analizar esas propuestas y que cada uno determine quién es más creíble, porque en este momento todo mundo tiene respuestas para todos los problemas, pero falta ver cómo actuarían en la práctica.

Al debate asistieron siete candidatos: Damián Soto de Morena: Diana Chavira, Independiente: Carlos Cabeza, del PRD; Gustavo Pantoja, del Verde; Natalia García, del PES; Yahleel Abdala, del PRI; y Jorge Ramírez Rubio, del MC.

No fueron Laura Zarate, del PAN: Francisco Estebane, del PT; Patricio Asencio, del Humanista; y Sergio Bocardo, del Panal. Mal por ellos, desaprovecharon la oportunidad de dialogar con la sociedad y presentar sus propuestas o cómo bien lo resumió Jorge Ramírez Rubio: no asistieron a la cita que tenían frente a la sociedad para evaluar si les da trabajo como diputados. Es como alguien que busca trabajo y no asiste a la cita en la que lo va entrevistar su empleador. ¿Cómo conseguirá el trabajo, si ni siquiera asistió a la cita para la entrevista?

La más afectada con su ausencia es Laura Zarate, porque es su partido quién está en la competencia por el triunfo. Para los otros tres el panorama es complicado: hay fuertes indicios de que el Humanista no conserva el registro, el PT lo pierde y en el caso del Panal, Sergio Bocardo difícilmente llegará a los mil votos. No tienen nada que hacer en la campaña.

Antes de las campañas, el PAN tenía una ventaja de 26 puntos sobre el PRI, esa ventaja ya pulverizó, en el mejor de los casos, pues en el peor, hay encuestas que ubican al PAN un par de dígitos abajo del PRI. Por eso le convenía al PAN que su candidata fuera, para que de paso se quitará la imagen de medrosa e incapacitada intelectualmente.

Durante el debate, Damián Soto y Carlos Cabeza se dieron vuelo cuestionando a Yahleel Abdala y esta se lució contestando puntualmente cada uno de sus señalamientos. Al final, se dieron la mano y posaron para la foto, lo que no fue impedimento para que Yahleel Abdala insistiera ante Carlos Cabeza que si trabajo para el gobierno de Benjamín Galván y le faltó añadir que también cobro en la administración de Ramón Garza Barrios. Al menos que en Nuevo Laredo exista un personaje que sea una copia fiel y exacta de Carlos Cabeza y por eso se preste todo esto a confusión.

El debate mostró la capacidad de cada uno de los candidatos y estuvo salpicado de comentarios picantes. Fue ameno, aunque por momentos se hizo tedioso por las múltiples deficiencias que mostró el moderador.

Esperemos que de aquí al 2018 se modifique la ley para que los debates entre los candidatos a diputados federales sean obligatorios, porque son necesarios en toda sociedad democrática, como bien lo señaló el Obispo Gustavo Rodríguez Vega.

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