Tres de los menores involucrados en el asesinato serán entregados al DIF estatal, mientras que otros dos podrían pasar 10 años en prisión
Por Andrea Deydén
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Jorge Enrique González Nicolás, fiscal general de Chihuahua, dijo este martes que la investigación del caso del asesinato de Christopher Raymundo Márquez Mora, un niño de seis años que falleció el jueves en la colonia Laderas de San Guillermo, en la zona metropolitana de la capital estatal, “se está agotando” y que simplemente fue un juego donde a cinco adolescentes “se les pasó la mano”.
El sábado, la Fiscalía de Chihuahua dijo en un comunicado que los implicados habían dado muerte al menor porque “estaban jugando al secuestro” y Christopher era el plagiado. Lo ataron de manos, lo apedrearon, lo asfixiaron con palo y luego de su muerte lo apuñalaron con una navaja, antes de inhumar su cuerpo en el cauce cercano a un riachuelo.
De acuerdo con lo explicado por el fiscal este martes en una entrevista en Imagen Radio, los adolescentes se burlaban constantemente del niño durante sus juegos. El jueves, llevaron a Christopher Raymundo Márquez Mora a un terreno baldío detrás de la colonia donde vivían para simular un plagio. Sin embargo, el juego llegó demasiado lejos.
Según narró el fiscal, luego de herir gravemente al niño, los adolescentes temieron las repercusiones que tendrían si alguien los veía. Por ello, decidieron asesinarlo, esconder su cuerpo y “hacer como que no pasaba nada”.
“Hoy ya están mucho más preocupados y asustados, pero en un primer momento la actitud fue de que no era tan trascendente”, comentó González Nicolás.
El fiscal de la zona centro de Chihuahua, Sergio Almaraz, quien atendió el caso, dijo en conferencia el lunes que los dos adolescentes de 15 años podrían recibir una condena de hasta 10 años en un centro especializado para adolescentes, de demostrarse tortura. Los otros tres menores, dos niñas de 13 años y un niño de 12, no pueden ser imputados, luego de que las leyes del estado impiden que se les pueda procesar por su edad.
González Nicolás indicó que la Procuraduría de la Defensa del Menor estatal retirará la custodia a los padres de los adolescentes y serán remitidos a un albergue, “una pequeña cárcel”, del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
“Es donde creo que deben estar”, señaló el fiscal general de Chihuahua.
Jóvenes con antecedentes de violencia
Por lo menos tres de los cinco adolescentes tenían antecedentes de violencia, aunque “nunca hubo denuncia formal” contra ellos. Según el fiscal habían roto vidrios y cometido faltas al respeto contra los vecinos.
“Aparte de vagos, eran maldosos; quemaban casas, con los perros vivos adentro. Eso ya no es de un niño normal. Eran vagos, eran malcriados…”, comentó a CNN Cintia Ramírez, vecina de la colonia.
El fiscal Sergio Almaraz declaró el lunes que uno de los jóvenes de 15 años, principal instigador del crimen, tenía antecedentes de violencia. Su madre había buscado ayuda psicológica en el DIF de Aquiles Serdán, informó El Diario de Chihuahua.
CNNMéxico intentó contactar con la Fiscalía de Chihuahua y con el DIF municipal, pero no estuvieron disponibles para comentarios en ese momento.
“La responsabilidad también es del Estado”
Sin embargo, no solo los adolescentes tienen responsabilidad en el juego donde Christopher perdió la vida, dijo a CNNMéxico Alma Meneses, responsable del área de legislación y políticas públicas de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
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“No podemos analizar este caso fuera del contexto de violencia que está viviendo el país. Hace un par de años, Chihuahua era una de las entidades federativas más violentas en el país”, dijo Meneses, quien señaló que la violencia es resultado de una serie de factores que se reproducen y afectan principalmente a niños y adolescentes.
“La violencia no desaparece cuando desaparece el número rojo, sino que se perpetúa en el tiempo”, lo que la normaliza y la convierte en “uno de los principales motores por la que los niños reproducen” estos actos.
La organización, que emitió un posicionamiento sobre el caso este martes, señaló que la ausencia de políticas públicas y el hecho de que México no haya atendido las recomendaciones realizadas en 2011 por el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, son también parte del problema.
Al ser consultada por CNNMéxico al respecto, Meneses destacó que en el caso de Christopher, “la responsabilidad del Estado y de las autoridades estatales va mucho más allá de la simple resolución judicial o del proceso penal para determinar la responsabilidad de los adolescentes”.
“No hay una lógica de prevención de la violencia; el Estado interviene cuando ya ocurrieron actos lamentables”, señaló.
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Familiares de los adolescentes, las otras víctimas del ‘juego’
Este martes, vecinos de la colonia Ladera de San Guillermo expulsaron de la comunidad a las familas de los cinco adolescentes presuntamente implicados en el asesinato de Christopher por considerarlos un mal ejemplo para sus hijos y un peligro para la comunidad, según relataron residentes del lugar a CNN.
“Yo lo único que quiero es que se haga justicia, que no se quede el niño sin que ellos reciban su castigo y si salen, nosotros ya no los queremos aquí”, explicó Esmeralda Sígala una vecina del lugar.
Para REDIM, las agresiones y la segregación de la familia dentro de la comunidad es también un tema de alerta, ya que los victimiza y estigmatiza, sin tomar en cuenta de que el asesinato es también reflejo de la violencia que se vive en la entidad y ha permeado en la sociedad chihuahuense.
