Enésima violación a la veda electoral por parte de CCR
Por Francisco Pucheta González
Nuevo Laredo, mayo 10.- De plano para entender al alcalde Carlos Canturosas Villarreal habría que ser como él, un suicida que le gusta jugar con lumbre o apostarle a la ruleta rusa fríamente y sin temor alguno. Pero más allá de su comportamiento anormal habría que escudriñar su pasado psico-neurológico para más o menos comprender su torpeza.
Porque eso de tirarle patadas al balancín todos los días a un sistema político que hasta ahora ha sido tolerante con él, se le puede revertir tarde o temprano y muy feamente.
Esto viene a colación porque a la serie de acusaciones que pesan sobre él, por violaciones a la veda electoral, ahora se suma el festejo con banquete y rifa de regalos que organizó esta mañana a las madres de la Dirección del Deporte Municipal en un recinto oficial que fue decorado para el caso.
El evento al que asistieron algunas decenas de mujeres se efectuó en el Centro Cultural de Nuevo Laredo que fue habilitado como comedor en su parte frontal y en el que se contrataron los servicios de meseros para atender a las festejadas que disfrutaron de un opíparo almuerzo.
En mesas las circulares en donde fueron sentadas de diez en diez, recibieron el mensaje de que el evento era por cuenta del Ayuntamiento encabezado por Carlos Canturosas Villarreal, con motivo del Día de las Madres.
Al igual que en ocasiones anteriores el munícipe incurre en otra mentira pues fuimos testigos de su pronunciamiento donde se declara respetuoso de la veda electoral, en la última sesión de cabildo. Señaló que no habría fiestas del Día del Niño, del Día de las Madres ni del Día del Maestro. ´´A lo mejor más adelante se los organizamos´´, afirmó.
Sin embargo, una vez más queda demostrado que no tiene palabra, que su comportamiento enfermizo lo hace extralimitarse al grado de romper con las promesas que hace para atropellarlas después.
Realmente es desconcertante su actitud pues lo mismo cae en un hoyo que prepara el trecho para hundirse en otro.
O como bien dice Víctor Díaz Palacios, delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Tamaulipas es el comportamiento redivivo del individuo de doble moral que le vale madre todo hasta que alguien llega y lo pone en su lugar. Lo que si les podemos adelantar que negros nubarrones se empiezan a formar en su entorno y que una tormenta perfecta arrasará con todo lo que huela a Canturosismo, igual que le sucedió a su padre hace casi 40 años.