NI A SOL NI A SOMBRA
Por Ramón Padilla Loo
El candidato del PRD por el VII distrito electoral federal del estado de Tamaulipas CUITLÁHUAC ORTEGA MALDONADO, continúa con la política “chicharronera” que desde un tiempo acá, se ha caracterizado a los advenedizos y oportunistas del ahora “dizque” partido político de izquierda en el país mexicano.
Pues se dice que, desde que fue fundado el PRD el 5 de Mayo de 1989, esto se debió por la separación de varios miembros del partido oficialista que más tiempo ha gobernado los destinos de México. Creando ese apéndice de la política mexicana que durante un tiempo funcionó como tal, -de izquierda- tratando de revivir la visión que tuviera hace muchos años, aquel revolucionario él “tata” Gral. Lázaro Cárdenas Del Río. La de tener en el país mexicano una verdadera democracia.
Por lo que durante un tiempo, él hijo de aquel general y Presidente mexicano; este de nombre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, junto con ese minoritario grupo disidente del partido en el poder del gobierno mexicano, y un grupo de partidos de izquierda en el país, enarbolaran la bandera del socialismo, en un vano intento de rescatar la vulnerada democracia en ese país.
En la actualidad, los hombres y mujeres que detentan esas siglas partidistas, se han arrojado a los pies de los dos únicos partidos que han mantenido hasta hoy la hegemonía en México. Con uno haciendo “dizque alianzas”, y con el otro “negociando cargos públicos”, causando con ello el impedimento, de la práctica de una verdadera democracia en este país.
Y ahora resulta que, en aras de la “democracia mexicana” se ha dado lugar a la proliferación de más partidos políticos, que surgen para promoverse políticamente ante una ciudadanía, denotando con ello una voracidad, una depredación y una ambición de poder, dentro de ese anárquico sistema político gubernamental que impera actualmente en el país. El cual ya está a un paso de ser derrumbado estrepitosamente, en consecuencia por ese hartazgo social ciudadano, que está patente en todos los mexicanos en contra de esos partidos políticos y en su actual gobierno.
Esto viene a colación, por la actitud que emprende y mantiene en estos tiempos electoreros ese candidato perredista CUITLÁHUAC ORTEGA MALDONADO, que persiste en seguir medrando en el fuero constitucional, a través de la injuria, el agravio y el señalamiento de yerros en el gobierno, y denostando a los otros partidos políticos que también disputan el voto ciudadano. Involucrando de manera astuta a una sociedad, que por lo regular se encuentra sumida en la ignorancia y en especial a gente de la tercera edad, para lograr sus fines políticos.
En uno de los recorridos de su campaña proselitista, por la colonia “Tinaco” en ciudad Madero Tamaulipas, el referido candidato arengó a algunos de esos colonos preguntándoles que, sí tienen ellos, alguna presión por parte de los partidos antagonistas a él, principalmente los del PRI y del PAN. Para que le denuncien esos hechos, y exhibirlos públicamente, en una estrategia para obtener una mayoría de adeptos a esas siglas partidistas y sumar votos, para su candidatura a la diputación federal de ese distrito 07.
Durante un receso de esa caminata, el candidato perredista fue abordado por periodistas, quienes lo entrevistaron. Por lo que de inmediato el candidato, aprovechando los reflectores de la prensa, declaró que, ha él le han notificado, que los ciudadanos que simpatizan con el PRD, están siendo hostigados por supuestos actos, de intimidación y cohecho del voto por parte de los priístas y los panistas.
El candidato CUITLÁHUAC ORTEGA MALDIONADO, ha dicho que, él tiene pruebas contundentes de ciudadanos, que los ha estado apoyando el gobierno del PRI, con despensas, entre otros programas de gestión social, y que actualmente los están presionando para que voten por el partido político que detenta el poder gubernamental.
En su búsqueda para obtener el triunfo este próximo 7 de Junio del año en curso, el candidato perredista por el VII distrito electoral federal en el sur de Tamaulipas, ha venido conminando a él electorado, ha que le presenten pruebas de que la ciudadanía está siendo “chantajeada” `por el partido político en el poder. Que, ¿tal vez?… con dichas pruebas, podría usarlas presumiblemente para posicionarse ventajosamente con quienes detentan el poder del gobierno.
Lo que de ser así demostraría que, estos especímenes de la política en Tamaulipas, sobre todo de ese partido, el PRD, que por todos es sabido… ¡bueno! eso es lo que dice la gente de ellos, que son una más de las “comparsas” en la política gubernamental mexicana, que se han mantenido con está práctica, en cargos de elección popular y en la función pública, esto derivado de una supuesta “participación” activa a favor de quienes más necesitan.
Es por eso que, dicen de los perredistas algunos de los supuestos detractores de esa “corriente” partidista que, todo ellos están “arreglados” por los gobernantes en turno. Otorgándoles ciertas componendas para algunos de los miembros de ese partido político. Es por eso que ocurre que en las diferentes “esferas” del gobierno en turno, hay siempre un “colado” perredista en la función pública.
Esto ha dado lugar, a lo que la gente comenta y pregona, que esa campaña que realiza ese candidato del PRD, tiene tintes de “chicharronera”. Contraviniendo así a lo que en realidad respecta a la pretensión de llegar a ser un diputado federal. Que en esencia su función es para poder legislar en el congreso de la Unión allá en México, para crear iniciativas de Ley, y que mediante propuestas sean aprobadas esas leyes, para gestionar recursos del orden federal para reactivar proyectos de gobierno y de los sectores activos en la economía de esté distrito del Sur tamaulipeco.
Y no para andar alborotando al pueblo, para hacer acusaciones estériles en contra de tal o cual partido político, ó tal o cual gobierno. Pues, es por eso que hay quienes dicen, que con tantos candidatos en estás elecciones federales, parece ser que en estás campañas se trata de hacer el mayor ruido posible y de llevar únicamente “agua a su molino”, y seguir viviendo de los “huesos” que les son arrojados por los de “mero arriba”, que son quienes dirigen y mantienen el poder y control gubernamental en México y sus entidades federativas.
