México se “venezolaniza”’
ESCENARIO POLÍTICO
Por Marco Antonio Torres De León
Difícil es abrir la concha cuando un país se militariza.
Y eso es quizás lo que comienza a ocurrirle a México, se está militarizando.
Otros dicen que México poco a poco se “venezonaliza”, en referencia obvia a Venezuela, y nadie se da cuenta.
Hasta donde vemos, parece ser que sí.
Y esto es, aplicando nuestro criterio con reservas, usando un criterio muy simple hasta el momento, y que por cierto es un criterio periodístico: nunca como hoy habíamos visto al presidente ENRIQUE PEÑA NIETO ser adjetivado y enfrentado de forma tan directa por la prensa mexicana tanto independiente como no independiente.
Columnistas que nunca antes habían tocado un pelo a la figura presidencial, repentinamente perdieron el miedo. Y están poniendo los puntos sobre las íes, llamando a cada cosa por su nombre.
Desde el caso de los cuarenta y tres de Ayotzinapa, Guerrero vimos el cambio, la prensa no estuvo -desde el primer día que el caso trascendió públicamente- dispuesta a callar, ni a ser esquirol y mucho menos copartícipe del genocidio con tufo a exterminio.
Muertes, ejecuciones y desapariciones desatadas en Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre en Ayotzinapa, a tan solo 4 días de la conmemoración del 2 de Octubre, y cuyo grito mexicano !Dos de octubre no se olvida! !Dos de octubre no se olvida! suele -como cada año- ser espetado en el Distrito Federal, a donde acuden universitarios libres en esa fecha.l
Las 3 últimas generaciones de mexicanos suelen recordar la fecha en que murieron miles de estudiantes, y donde el ejército mexicano (coincidentemente) jugó el papel de villano y ejecutor, haciéndose copartícipe de las decisión del presidente GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, quien daría la órden de ejecutar estudiantes en las calles colindantes a Tlatelolco, y donde comenzó la masacre estudiantil.
Pero retomemos el caso.
Gesto -de parte de la prensa- digno de admirar y reconocer; al menos el periodismo independiente mexicano ha sacado la casta y hasta el día de hoy asume riesgos, al criticar las malas decisiones del presidente.
Sin miedo la prensa escribe lo que ve. Lo hemos visto, repetimos, en casos de columnistas de gran calado cuya letra indiscutiblemente hay qué leer en el mundo político y social de México.
Solo citaremos cinco o seis ejemplos: Raymundo Rivapalacio, Ricardo Alemán, Carlos Loret de Mola, Genaro Villamil, Julio Hernández (estos dos últimos no sorprenden tanto, pues se caracterizan por ser críticos del sistema). Y por último, Carmen Aristegui.
Francamente el rol que está jugando la prensa en esta etapa peñanietista, es digna de admirar.
Hoy es común leer a columnistas llamando ‘torpe’, ‘ciego’, “dictadorzuelo”, ladrón y corrupto a Enrique Peña Nieto.
Cuando hace 2 años no se le tocaba ni con el pétalo de una rosa.
Pero volvamos al tema.
La palabra venezolanizar la hemos oído en más de cuatro ocasiones. Viene de Venezuela, país sudamericano y que es puerta a sudamérica junto con Colombia, y que desde que HUGO CHÁVEZ FRÍAS llegó al poder carga con todos los clichés que al mundo se le ocurre imponerle.
Cliché difícil de quitárselo.
La expresión venezolanizar suelen usarla políticos para definir un peligro, una alerta, insinuando que tan pueblo o país corre peligro de caer en la anarquía, en el desorden social o en el caos económico.
Poner esa especie de seudogentilicios a un país es algo así como una degradación del idioma, o al menos así se siente. Empero el idioma o lenguaje castellano es como una pipa de gas, siempre debe encontrar salidas para que salga el aire, y no estalle.
El idioma halla siempre la palabra exacta, para definir algo.
Son palabras raras, definiciones que de pronto surgen, ya sea por ocurrencia de un político de moda o de un personaje afamado. Es entonces cuando rápidamente esa palabra -o expresión- se convierte en hagstag, y comienza a ser utilizada.
Citaremos dos ejemplos: la expresión “sospechosismo” no existe, solo a un -entonces- aspirante a presidente de la República, SANTIAGO CREEL se le ocurrió decirla; desde entonces es usada. Aunque con tufillo chusco.
Aunque en realidad es una expresión errónea, una perversión del idioma.
Otra palabra que un político puso de moda hace un par de años es la palabra “michoacanizar”, refiriéndose a Michoacán y a que su violencia corría el riesgo de extenderse por el país.
Pues bien, a un político opositor se le ocurrió decirla y hoy es utilizada.
Pues bien, parece ser que la palabra “Venezolanizar” no requiere de mayor explicación, tiene obviedad. Y se sabe para qué es.
Se la endilgan a México, para referir
Los regímenes militares son -o fueron- comunes en América Latina.
Se registraron en Argentina, Chile y Paraguay por citar tres breves ejemplos.
Pues bien, no duden que México esté a un paso de ser gobernado por un régimen militar.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos pronto.