Empleadas de la CFE denuncian a directivo por hostigamiento laboral y sexual
ANGÉLICA JOCELYN SOTO
REPORTAJE ESPECIAL
MÉXICO, D.F. (apro-cimac).- Sin la transparencia que requiere el caso, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) investiga en sus oficinas de la Zona de Transmisión del estado de Campeche una denuncia interpuesta por dos trabajadoras del organismo por presunto hostigamiento laboral y sexual.
A principios del mes, Cimac publicó el testimonio de “Celia” y “Lupita” –los nombres son ficticios para proteger la identidad de las denunciantes–, quienes relataron que desde 2010 afrontan hostigamiento laboral y vejaciones sexuales por parte de Juan Raya Meléndez, superintendente de Zona. El hecho, dijeron, fue ignorado por el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) y la Gerencia Regional de la CFE.
Según las denunciantes, a raíz de que salió a la luz pública su queja, personal de la Dirección de Operación de la Subdirección de Transmisión de la Gerencia Regional de Transmisión Peninsular de la paraestatal –que en 2012 fue certificada en el “Modelo de Equidad de Género” por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres)–, ordenó una investigación para corroborar la querella y deslindar responsabilidades. La indagatoria inició el pasado 3 de febrero.
“Celia”, “Lupita” y una trabajadora más, “Eva”, quien respalda las denuncias contra Raya Meléndez, fueron cuestionadas por representantes del SUTERM por ventilar en medios esta situación, y las responsabilizaron de haber provocado “problemas” entre el sindicato y la CFE.
Ese mismo día, agregaron las trabajadoras, todo el personal femenino de la Zona de Transmisión de Campeche –12 mujeres, incluidas las denunciantes– fue notificado por Raya Meléndez de que serían interrogadas el miércoles 4 de febrero por Luis Barrera Cardeña, subgerente del departamento de Recursos Humanos, y Harold Saide Herrera, jefe de Oficina Jurídico Laboral de la CFE.
En el interrogatorio estuvieron presentes Mario Alejandro López Vargas, secretario general del SUTERM; Luis Alfonso Espinosa, secretario de Trabajo del gremio, y Gilberto Bastos Araos, delegado sindical.
“Celia” y “Lupita” solicitaron ese mismo día por escrito que una integrante del Observatorio de Violencia Social y de Género de Campeche las acompañara en el interrogatorio; no obstante, Raya Meléndez se negó a permitir el acceso porque –sostuvo– se trataba de un “proceso interno”.
“Celia” informó que la tarde de ese día, el administrador Raya Meléndez llamó a las trabajadoras a una reunión “de trabajo” con él, pero ninguna de las tres mujeres denunciantes fue convocada.
El jueves 5 de febrero, día que se llevarían a cabo las “comparecencias” –como las llama la CFE– “Celia”, “Lupita” y “Eva” recibieron un nuevo oficio firmado por Raya Meléndez en el que se les informó –sin detallar el motivo– que sus interrogatorios se pasarían para el siguiente día, viernes 6 de febrero. Las tres mujeres se percataron de que el resto de las trabajadoras sí fueron llamadas a declarar el mismo jueves.
El viernes 6 de febrero, “Celia”, “Lupita” y “Eva” finalmente presentaron su declaración y llevaron en mano los oficios y otros documentos con los que demuestran que han sido víctimas de hostigamiento laboral, y que buscaron denunciar ante su sindicato y el órgano de control interno de la empresa, pero que fueron ignoradas.
Su interrogatorio transcurrió en un ambiente “tranquilo” –según declararon las mujeres– y duró desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la noche.
¿Divide y vencerás?
Ninive García Méndez, integrante del Observatorio de Violencia Social y de Género de Campeche –y quien acompaña a las trabajadoras en su denuncia–, dijo que el proceso que inició la CFE para investigar el hostigamiento laboral y sexual ha sido “poco transparente” y “violatorio de los derechos de las trabajadoras”.
La activista informó que aunque acudió personalmente a las instalaciones de la CFE para solicitar que se le permitiera estar en las “comparecencias”, trabajadores de la Zona la dejaron en espera y no le dieron respuesta.
García Méndez relató que mientras pudo estar al interior de las oficinas presenció un ambiente hostil contra las tres mujeres que denunciaron, quienes advirtieron que el resto de las trabajadoras “estaban enojadas” con ellas porque fueron obligadas a declarar.
Detalló que la CFE debe garantizar que durante la investigación no se den acciones de “presión o intimidación” contra las denunciantes.
La integrante del Observatorio acudió el pasado 6 de febrero a la Comisión para estar en el interrogatorio, pero se encontró con que las puertas de la paraestatal estaban cerradas con candado.
También señaló que –según ha documentado el Observatorio a través de testimonios de las trabajadoras– la CFE aplicó dos cuestionarios “diferentes”: uno de 27 preguntas para las trabajadoras que fueron interrogadas el 5 de febrero, y otro de 13 interrogantes para “Clara”, “Lupita” y “Eva”.
Además, la CFE no explicó a las trabajadoras cuáles serían las etapas de la indagación, ni los plazos para un dictamen; de igual forma no les entregó copias de sus “comparecencias”.
Ninive García explicó que aunque presentaron los oficios de solicitud, las tres denunciantes no pudieron constatar que las instancias de la CFE ante las que llevaron su queja les hayan dado trámite, ya que nunca les entregaron acuse de recibo, lo que podría dificultar que se compruebe el hostigamiento en su contra.
Mientras, la CFE no ha emitido el cierre de esta edición algún comunicado que explique la situación denunciada por las trabajadoras; al contrario, ha sido hermética con el Observatorio, que ha buscado a la Comisión para que transparente el proceso.
Asimismo el área de quejas del Órgano Interno de Control de la CFE –ante la cual las trabajadoras presentaron sus denuncias– tampoco ha informado de las investigaciones, y el número telefónico que aparece en su página de Internet no existe.
De igual forma se sabe que Juan Raya Meléndez y representantes sindicales fueron llamados a declarar ante los directivos de la CFE en una sesión más breve.
De acuerdo con la integrante del Observatorio, el proceso tendría que culminar con medidas que garanticen que ninguna trabajadora de la Comisión afronte hostigamiento laboral y sexual, y con el despido de Juan Raya Meléndez.