VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
La noche es su cómplice, la oscuridad su aliada, agazapados esperan y llegado el momento surgen de entre las sombras, si, son ellos, los mapaches, esos que salen hambrientos y con la mirada puesta en el objetivo, y avanzan.
Se mueven sigilosamente, con cada movimiento bien calculado, son trepadores, pero igual saben dónde pisar y que es lo que tienen que derribar para avanzar, otros son destructores, y claro, que en esa especie también existen los torpes que van dejando rastro de sus fechorías.
Los medios de comunicación dieron cuenta que había cacería de mapaches y propios y extraños se preocuparon porque la verdad es que hay gente que prefiere mantenerlos vivos argumentan que son un mal necesario.
La verdad es son parte de la fauna y la gente ya ha aprendido a convivir con ellos, no hay necesidad de desaparecerlos, solo de tenerlos vigilados, saber hacia dónde se van a mover.
Con el anterior relato pensará usted que nos referimos a los mapaches políticos, esos que agazapados esperan los tiempos, luego, disfrazados de operadores políticos, surgen de entre las sombras en cada proceso electoral.
Y lo piensa porque salen hambrientos de poder y dinero, aprovechan la oscuridad de la noche y saben que es peligroso hacer sus acciones a la luz de todos, pero igual están conscientes que al llegar el día se reflejará su trabajo, claro, siempre y cuando sean de esos mapaches experimentados, los verdaderos operadores políticos, y no de los improvisados que torpemente van dejando rastro de sus fechorías despertando el rencor del electorado.
Pero no, aunque son tiempos electorales y los mapaches, parte de la fauna política, ya comienzan a salir ya que para candidatos y partidos políticos son un mal necesario con todo y que muchos los quisieran desaparecer, pues no, no nos referimos a ellos.
Así es que no espere que se asusten esos mapaches políticos, saben que su cacería aun no comienza, de lo que le hablamos es de animalitos, aclaramos, no políticos de dos patas, sino cuadrúpedos, los mapaches que se han convertido en parte del atractivo turístico de la Playa Miramar y que seres inconscientes están cazando irresponsablemente y que la PROFEPA, y las autoridades de Madero, deberían de proteger pero no lo hacen adecuadamente.
En los medios de comunicación y redes sociales aparece la fotografía de un jovencito qué, como si hubiera hecho un acto de heroísmo, muestra un mapache decapitado en una mano y en otra el cuchillo ensangrentado.
El problema de la cacería de mapaches y del joven que aparece en la fotografía es más grave de lo que parece, no solo está atentando contra la fauna del lugar sino que muestra una clara evidencia de que hay un desequilibrio social, que se pierde la sensibilidad, que existen jóvenes que son capaces de hacer cualquier cosa para llamar la atención, sentir que la adrenalina les llena de emoción y pueden hasta cometer actos de barbarie, eso solo es el reflejo de que se está fallando como sociedad y hace falta encausar correctamente a los muchachos.
Cierto, se trata de un animalito pero cuando sienten la adrenalina de matarlo y publicarlo pueden buscar cosas más fuertes, subir de tono sus malas acciones, y eso si es realmente preocupante, más todavía que lo que hacen los mapaches políticos.
Claro que asustan las acciones que son capaces de hacer los mapaches políticos porque también matan sueños y esperanzas de candidatos, pero es más terrible y lamentable que maten indefensos animalitos.
Espanta aún más la expresión del muchacho después de matar al animalito y mostrando con todo y el cuchillo ensangrentado sin medir las consecuencias, es más lamentable que no se dé cuenta en el peligro que se expone el mismo porque el mal no descansa y no se desea que el día de mañana aparezca nuevamente en los medios de comunicación por cometer una aberración mayor y que su cacería no solo sea de mapaches.
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