El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, acusado por la Fiscalía General de la República de delincuencia organizada y con un proceso abierto de desafuero, acumuló en sus cuatro años de gobierno contrastes en su gestión al frente del Ejecutivo en Tamaulipas. Por un lado, mientras presume su chamba como la seguridad donde mejoró por la iniciativa privada y en Tampico, la frontera sigue el punto rojo con balaceras, extorsiones y hasta guatemaltecos calcinados por la corporación Gopes, creada en este sexenio. Además, el estado, uno de los menos afectados por la pandemia, según estudios, sus pasos fronterizos, puertos marítimos y cercanía con Estados Unidos le dieron ese vigor en lugar de las políticas implementadas. Pero sus yerros están en las formas. Amedrentar o perseguir a correligionarios dentro y fuera de la estructura gubernamental fue una tónica expresada por militantes y burócratas que, mencionan, ni en 85 años del PRI fueron víctimas de ese trato. De ahí se entiende “ese apoyo ciudadano” vendido como marcha de apoyo este domingo en Ciudad Victoria, donde se ausentó la sociedad civil y brillaron funcionarios, empleados de gobiernos estatales y ayuntamientos, como del Congreso. Esa política de amenazar llegó al empresariado, arrodillado ante la actual autoridad y parcial en sus declaraciones. Sin embargo, las pymes, el emprendedor informal, obreros, transporte público, dueños de salones de eventos y el ciudadano tamaulipeco a pie hablaron con contundencia en redes sociales: olvido total del gobernador hacia ellos y enojo como dura crítica al mitin, convertido en una oda al contagio de covid-19. Y para acabar, parte de la Alianza Federalista se desmarcó. Enrique Alfaro (Jalisco) y Javier Corral (Chihuahua) no le dieron su respaldo porque “no está en la agenda”. Errores acumulados en días, semanas, meses y en casi cinco años de gestión ponen el futuro del Cabecismo en la incertidumbre, sin actor secundario que entre al quite. Esto abre la sucesión para el 2022. El PAN, hoy, ya no es favorito. ¿Cómo le hará para limpiar su imagen en poco tiempo? Como última reflexión, parece salido de un deja vú. Por acciones casi similares, el Partido Revolucionario Institucional perdió el poder en el 2016.
