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Vacías las ciudades de los equipos que juegan la liguilla

NOTICIERO

La euforia del fútbol::: Los aficionados enajenados::: Vacías las ciudades de los equipos que juegan la liguilla::: Los estadios convertidos en cantinas::: Menudean las broncas dentro y fuera de los recintos::: ¿Qué tanto participan los jugadores en el gran negocio?::: ¿Qué prestaciones tienen para ellos y sus familias?::: La rotonda de los Matamorenses Ilustres, un acierto::: Los miembros del patronato, una garantía

HECTOR MIGUEL CHAVEZ

H. Matamoros, Tam.- Lo nota del día que levanta pasiones y la atención de una gran parte de la sociedad es la liguilla de fútbol. Este jueves Monterrey estuvo vacío, unos viendo por televisión el partido de Rayados- América y los otros en el estadio viendo el de Tigres-Toluca.

En estos partidos generalmente hay grandes broncas en las tribunas y en las calles, y en los medios de comunicación llaman vándalos y patanes a los rijosos pero nunca hablan de las causas de esas riñas, y es que, como en Monterrey, los estadios de todo el país están convertidos en cantinas gigantes.

Los estadios regios, con capacidad de entre 30 y 40 mil aficionados, consumen varios tráilers de cerveza en cada partido. El vaso con dos cervezas cuesta 70 pesos. ¿Se imagina usted el negociazo de la cerveza, nada más de la cerveza, en el estadio por cada partido?

Esto sin contar los boletos y los anuncios de publicidad y la participación que traigan las televisoras.

ASPECTO SOCIAL

Gracias a la enajenación provocada por los medios, el televidente es inducido a estar al pendiente de esos partidos y participar en sus respectivos estadios. El ingreso genera miles de millones de pesos, de los que no informan nunca los propietarios. Su mayor gasto es la contratación de alguno que otro jugador caro y el mantenimiento del estadio.

Hay tres clases de jugadores: Los de primer nivel que ganan sumas millonarias, los de medio pelo que andan haciendo méritos para ser estrellas y ganan más o menos, y los casi aprendices que les dan unos que otros minutos para que se vayan fogueando y un salario casi de jornaleros.

Poco se ha sabido de las prestaciones que se otorgan a los jugadores. Ni siquiera se sabe si hay prestaciones para cada nivel diferente pero hay algunas que estaría bueno saber, como por ejemplo:

¿Tienen seguro de gastos médicos mayores todos los jugadores para ellos y sus familias?

¿Tienen un seguro de retiro por invalidez en caso de llegar a sufrir alguna fractura?

¿Tienen un fondo de retiro como el SAR para su jubilación?

¿Tienen alguna prestación especial como becas y apoyos para el desarrollo de la familia?

¿Tienen algún seguro de desempleo o algún sistema que los proteja para no quedar en el desamparo cuando son despedidos por los dueños?

¿Hay algún programa especial para rescatarlos y apoyarlos para después de su retiro?

¿Están financiando directamente algún programa de preparación intensiva de entrenadores, especialistas en medicina deportiva, masajistas y psicólogos deportivos para elevar la calidad profesional del fútbol?

¿Hay algunas oportunidades de trabajo en el club para cuando se retiran?

¿Les dan alguna participación especial a todos sin excepción sobre la millonaria venta de cerveza y del negocio de las televisoras?

¿Reciben anualmente reparto de utilidades?

¿Tienen abogados que los defiendan en caso de conflicto con costo al club?

LA ROTONDA

Fue un notable acierto la creación de la Rotonda de los Matamorenses Ilustres y más aún la formación del patronato que la manejará, pues se trata de gente de reconocida solvencia moral que seguramente habrá de hacer selecciones muy justas de personajes que han contribuido grandemente con Matamoros.

Falta que den a conocer cuál va a ser el proceso de selección pero lo que si se garantiza es que los integrantes del patronato harán muy bien su trabajo porque tienen experiencia, conocen Matamoros y su historia y sobre todo, tienen interés en Matamoros.

La presidenta municipal Leticia Salazar Vázquez puede cerrar el mes de diciembre con la satisfacción de haber cumplido un viejo sueño de los matamorenses.

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