CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Angélica Rivera, la Primera Dama del país, demostró solvencia en lo que mejor sabe hacer, actuar.
Hace tres días salió a las televisoras, en un video de 7 minutos explica que compró una casa de 86 millones de pesos con el sudor de su frente, por su trabajo como actriz en Televisa, empresa que le hizo pagar 137 millones de pesos en un solo año.
Desde luego, actores de Televisa, de las otras empresas, e incluso artistas de esos que llenan las salas de cine, por su sola aparición en un filme, la desacreditaron de inmediato, dijeron que nadie gana tanto dinero por ese trabajo.
Y sin embargo fue la mejor actuación de La Gaviota a favor de su esposo, el Presidente de la República Enrique Peña Nieto, la mujer en 7 minutos, en 420 segundos, acabó con todo el descontento social por la desaparición forzada, al parecer ejecución, de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en hechos ocurridos en Iguala, Guerrero.
En pocos minutos el twitter, facebook, y todas las redes sociales existentes, e incluso las platicas de café, en la sobremesa familiar, y en reuniones de amigos la indignación era más por una casa que se compra la esposa del Presidente que por la presunta muerte de 50 muchachos, 43 desaparecidos y otros siete encontrados esa misma noche, que al parecer nunca será aclarada.
Más aún, el video ayudó para desaparecer de la televisión, los periódicos, y los noticieros de todo tipo, el caso de Iguala, fue útil para darle descanso al Procurador de Justicia, Jesús Murillo Karam, y al Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong que respira tranquilo porque los hechos de violencia han pasado de las de política nacional a las policiacas junto con las que se relacionan más con el corazón y cosas parecidas.
Un hecho es que nadie, absolutamente nadie, castigará a Angélica Rivera por la adquisición de una casa aun cuando le haya costado 86 millones de pesos, en este país no es un delito poseer dinero aun cuando más de 55 millones de personas no conozcan ni los billetes de a cien pesos.
Otro hecho es que la presión que tenía el gobierno, la pérdida de confianza en el Presidente y su caída libre, se frenó por un asunto que a todos los mexicanos nos parece muy común, la corrupción, tan común que no nos indigna tanto como parecía que estaba ocurriendo con el asesinato de muchachos, de estudiantes, en Guerrero que por primera vez unió a todo un país y casi lo hace estallar en violencia para encontrar culpables.
Vamos, la mejor actuación de Angélica Rivera la dio a favor del Presidente, la desconfianza en el gobierno iba en un tren bala a más de mil kilómetros por hora, tan de prisa que amenazaba con estallar este 20 de noviembre en actos de terrorismo, en acciones de anarquistas contra instituciones, e incluso en levantamientos sociales que amenazaban la paz social.
Finalmente el país celebró su aniversario de la Revolución Mexicana con actos de desobediencia hasta cierto punto tolerables, ataques a instituciones bancarias con bombas caseras, actos de vandalismo, y el enfrentamiento de inconformes contra policías., nada que no hayamos visto y que pudieron ser peores si los ciudadanos no se distraen con el asunto de la casa.
Ahora, el show por la casita de 86 millones solo fue en México y con ciertas personas, a nivel mundial la #AcciónGlobalPorAyotzinapa continúa, hubo protestas en diferentes países del mundo, sigue viva la indignación de sectores pensantes, intelectuales, e incluso de artistas y deportistas de renombre como Javier, El Chicharito, Hernández, que subió al twitter, en señal de luto, una fotografía en blanco y negro con la leyenda Todos Somos Ayotzinapa.
Es real, tanto una situación como otra son ataques directos a la dignidad de los mexicanos, es intolerable tanta corrupción que le permita a una persona acumular fortunas que no se ganan con el sudor de la frente, e igual de insoportable es la acción del Estado, así haya sido uno perredista, panista o tricolor, de coaligarse con delincuentes para ejecutar a 50 personas en una sola noche, si señores, estamos enojados, es más, estamos encabronados aun cuando la mejor actuación de la Gaviota haya distraído al país de otro de los asuntos importantes que no deben quedar impunes.
En otras cosas… hay hechos donde, con certeza, se puede medir la confianza que se tiene en un pueblo, una región, un Estado, y una de ellas es la inversión de dinero que hagan los poderosos, créalo, los ricos no se arriesgan así porque sí, no, siempre que depositan un centavo en una obra o proyecto lo hacen con un sustento sólido de que sus recursos están seguros.
Todo esto viene a colación porque ayer el gobernador Egidio Torre Cantú realizó una gira por el sur del Estado, por Altamira, ahí puso en marcha la inversión de una empresa del orden de los 400 millones de pesos, luego el Coordinador General de Puertos de Marina Mercante de la Secretaria dé Comnicaciones y Transportes (SCT), Guillermo Ruiz de Teresa, oficializó una inversión del orden de los 11 mil millones de pesos de Pemex en los próximos años.
Aquí en Victoria, luego de testificar y participar en el ascenso de dos militares, acudió a la inauguración de un hotel, lo que habla de que las aguas poco a poco vuelven a su cauce, que Tamaulipas va recuperando lo que tanto desea, la paz, la tranquilidad de su gente.
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