Política

La Comuna

Las lecciones del magisterio

José Ángel Solorio Martínez

Dos elementos pueden romper el equilibrio al interior del SNTE, que en los próximos días renovará su dirigencia en Tamaulipas:

1.- La intervención de fuerzas externas para definir el resultado de esa consulta que debería ser de exclusiva responsabilidad del magisterio.

2.- La negación –varios artilugios leguleyos, se han puesto en marcha para sacar de la contienda a Arnulfo Rodríguez– del registro como candidato, del profesor nuevolaredense.

El primer escenario, implica romper con un principio básico del SNTE: la no intromisión de actores ajenos al sindicato. Esta agrupación, podrá ser lo anti democrática que se quiera, pero su autonomía eleccionaria siempre ha sido puesta a salvo por las diversas corrientes internas.

Es un pacto no escrito: las expresiones sindicales que en el seno del sindicato conviven, desde hace décadas han pugnado por resolver sus diferendos con medidas internas.

¿Qué podría pasar, si se manifiesta la injerencia exógena?

Primero: se fracturaría el SNTE.

Y no sería asunto pequeño.

Es una flecha envenenada, para los injerencistas.

Si gana Abelardo Ibarra, llevaría a un rompimiento de largos efectos al interior del sindicato, que traería como consecuencia la emergencia de una disidencia que afectaría la marcha institucional del sistema educativo tamaulipeco.

Si pierde Abelardo, quien se dice apoyado por sectores gubernamentales, sería visto como el primer revés ciudadano, político, para la administración estatal. Y que se sepa, no sería para nada saludable que eso ocurriera en el primer año de gobierno.

De otra forma: la encrucijada para el candidato oficial y sus promotores, es por todos lados fatal; pueden ganar perdiendo, como pueden perder ganando.

En el segundo escenario, serían de mayor calado las consecuencias. Arnulfo, desde hace décadas, posee una base sindical amplia. Si se le cancela la posibilidad de ser candidato, se inferiría que se le quiere sacar del camino por su potencia y su influencia entre los grupos magisteriales del estado.

Podría arder Troya.

Las acciones de los arnulfistas, podrían generar ingobernabilidad al interior del SNTE, que por ósmosis podría llegar a la SEP; es decir: a sensibles áreas gubernamentales.

Más claro: a mes y medio de iniciar la administración estatal, podría enfrentar focos de ingobernabilidad innecesarios.

(De por si: la olla de presión que es Hidalgo, y sitios periféricos, siguen acumulando tensión…).

¿Por qué no dejar que la solución de la Sección XXX, la construyan los profesores?

Ambos escenarios, llevan intrínsecamente, un bono extra: la elección extraordinaria por la Senaduría.

Los efectos de la disputa por la dirigencia magisterial, obligadamente arrastrará sus efectos a los comicios del profesorado. Por una razón, de tiempo y espacio: en febrero será la elección extraordinaria ; será difícil, en un tiempo de tres meses y medio, atemperar las aguas en el magisterio producto de las secuelas de la votación interna.

Desenredar la abigarrada vida interna del SNTE, es de los primeros retos políticos de la IV T tamaulipeca.

Como todo el tiempo: las lecciones del magisterio, serán interesantes y valiosas.

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