Conoce la historia real de Annabelle
MÉXICO, D.F.- La muñeca Annabelle realmente existe, actualmente, se le puede encontrar en el Warren Occult Museum, en Monroe, Connecticut, la muñeca está en exhibidor de madera y cristal, completamente cerrado, con una cruz y un cartel que dice: “Precaución: No tocar”.
Sin embargo, la historia de la película Annabelle que se estrenará el próximo 22 de octubre es totalmente falsa.
Los Warren obtuvieron la muñeca luego de ser contactados por Donna, la dueña de la muñeca, quien la obtuvo como regalo de cumpleaños por parte de su madre. La mamá de la joven compró a Annabelle en una tienda de segunda mano y desconocen por completo el origen de la muñeca.
Fue en los setenta cuando Donna, una estudiante de enfermería, recibió a la muñeca, poco después, Donna y Angie, su compañera de departamento, notaron que la muñeca era “extraña”, pues cambiaba de posición durante el día; la encontraban cruzando una pierna o acostada de lado. Pero se comenzaron a asustar cuando encontraron a la muñeca hincada, pues a diferencia de lo que vemos en la película, la Annabelle real es de trapo y es imposible acomodarla en esta posición.
Más adelante, ellas aseguraban que se movía en diferentes lugares de su casa. “Muchas veces Donna dejaba a su muñeca en su auto antes de ir a trabajar, para luego regresar y encontrarse con la muñeca sobre su cama con la puerta de la habitación cerrada”, sostienen los investigadores.
Las cosas comenzaron a empeorar. Las chicas encontraron notas escritas en un tipo de papel que no tenían en casa. Los mensajes decían cosas como “Ayúdenme” o “Ayuda a Lou”. Lou era el novio de Angie que se quedaba con ellas de vez en cuando.
Después de varios meses comenzó a aparecer en diferentes habitaciones. Las chicas pensaron que tenían un intruso, alguien que entraba a la casa a mover la muñeca y dejar mensajes tétricos, pero una noche, cuando Donna llegó a su casa se percató que la muñeca tenía sangre en las manos y pecho, fue entonces que decidieron contactar a una “psíquica”, que las presentó con el espíritu de Annabelle Higgins, una niña que supuestamente había muerto en la propiedad antes de que se construyeran los departamentos y que había perdido la vida a los siete años.
Annabelle quería permiso para habitar la muñeca, pues quería vivir con las chicas y ser amada por ellas. Donna y Angie accedieron, y las cosas empeoraron, aún más. Encontraban a la muñeca parada junto a las sillas del comedor, la dejaban en otra habitación y aparecía dentro del cuarto de Donna, aún cuando ella cerraba su puerta.
Incluso, Lou fue atacado en varias ocasiones. Luego de expresar su desprecio hacia la muñeca, Lou despertó una noche con la muñeca “trepando lentamente en su pierna” para luego saltar hacia su pecho y “estrangularlo”, cuando se pudo sentar descubrió rasguños profundos en la parte superior de su cuerpo.
Fue entonces que las chicas contactaron a los Warren, quienes llegaron a la conclusión de que no era una niña sino una presencia inhumana que quería poseer a un huésped humano. Los Warren convencieron a un sacerdote de apellido Cooke de que exorcizara el departamento después de que el matrimonio se llevara a la muñeca.
Esta historia la dio a conocer Lorraine Warren en una conferencia que impartió junto con su yerno. Ella contó que en el camino de regreso a casa después de recoger la muñeca su esposo Ed le pidió que evitaran la carretera, pues iba a ser un camino difícil y tenía razón. En algún punto tuvo que rociar a la muñeca con agua bendita para calmarla.
Tony Spera, el yerno de la señora Warren y también investigador de lo paranormal considera que la muñeca es lo que más miedo debe darnos de todos los objetos en casa de los Warren, pues creen que tiene el poder de matar. Contó la historia de un joven que después de escuchar el relato de Ed sobre la muñeca, subió y comenzó a golpear la urna de forma desafiante insistiendo en que, si la muñeca puede arañar a la gente, él también quería ser rasguñado. Luego, camino a casa, el muchacho y su novia, perdió el control de su moto y se fue de frente contra un árbol. El joven murió en el acto, pero su novia sobrevivió y estuvo hospitalizado por más de un año”.
Lorraine Warren aún tiene a Annabelle en su poder pues dice, “sería muy imprudente de mi parte deshacerme de ella. Como se explica en El conjuro, deshacerse de la muñeca sólo sería deshacerse del envase, no del mal que reside adentro. Por lo menos, ahí quieta, sabemos dónde está. No está por el mundo causando daño a los demás. Tenemos a un sacerdote católico que realiza una oración alrededor de la muñeca que actúa como un ‘bloqueo’”.
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