EN PRIVADO
POR: JOSE ALFREDO TRETO
Tras la aprobación de la Reforma Energética, Pemex no puede continuar bajo el chantaje y el saqueo permanente de Carlos Romero Deschamps; ante la ola de transformaciones, el sindicato petrolero tiene que depurarse desde la dirigencia y sacudirse al corrupto líder, quien por décadas ha depredado y saqueado el patrimonio sindical y el erario nacional.
No basta con acotar el margen de acción del Sindicato, sino asestar el golpe definitivo de poder en contra del Secretario General del gremio y su extensa red de cómplices.
Para los trabajadores petroleros no hay más opción que la aplicación de la justicia para Carlos Romero Deschamps y su séquito de “delincuentes”.
Para el bien de la nación y el futuro de PEMEX, la destitución y posible puesta ante la justicia del líder gremial por sus abusos, también tiene preponderancia renovar la vida interna e injerencia del STPRM dentro de la empresa y del sector energético, así como adelgazar el poder político del sindicato para garantizar el éxito del nuevo orden energético nacional.
El también senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por la vía plurinominal, es decir sin haberse sometido a las urnas, desde que suplió a Joaquín Hernández Galicia La Quina en la Secretaría General del STPRM, Carlos Romero Deschamps es la personificación de la corrupción, la impunidad y el cinismo.
Su papel como líder del gremio petrolero permitió que su partido le otorgara de manera consecutiva escaños en la Cámara de Diputados o en el Senado de la República, que le otorgó fuero constitucional sin atender la labor legislativa.
Es público que desde que inició la actual Legislatura, Romero Deschamps no ha usado esa tribuna para debatir algún dictamen o proyecto de ley, el líder petrolero no intervino en los largos meses de discusión de la normativa que sabía iba a trastocar la paraestatal y sus trabajadores.
En más de 100 horas de debate de la enmienda energética, el Secretario General del STPRM nunca manifestó la postura de sus representados, ni presentó reservas.
Se ausentó del Senado cuando se discutieron las leyes fiscales de la reforma y sus contenidos, como los pasivos laborales de la exparaestatal y las posibles modificaciones al Contrato Colectivo de Trabajo.
A la fecha, Carlos Romero Deschamps es el símbolo de una forma de representación sindical que perpetúa el reparto del botín entre unos cuantos y otras camarillas, que es una práctica que se debe desarraigar en los nuevos tiempos.
Enriquecimiento inexplicable e ilícito pues ha exhibido viajes suntuosos, grandes propiedades y gastos excesivos, muy por encima de los ingresos devengados por el importe mensual de su trabajo en Pemex.
En su paso por las Cámaras legislativas, el líder petrolero ha sido y es envidiado por sus pares y otros mortales, pues es cotidiano que asista a las sesiones con caros y elegantes trajes y otros accesorios, como relojes Audemars Piguet Royal Oak, cuyo costo puede rebasar los 40 mil dólares, además de que es presuntuoso con sus homólogos priístas en el sentido de que pasa sus fines de semana en alguno de sus tres lujosos yates.
Dueño de un departamento de lujo en el balneario de Cancún, Quintana Roo, que acompañaba de un yate; el valor conjunto se calculó en tres millones de dólares.
Es público el regalo que Romero Deschamps otorgó a su hijo José Carlos Romero Durán: un auto Enzo Ferrari de edición limitada con valor aproximado de dos millones de dólares, que circula en las calles de Miami, Florida, donde el vástago del líder petrolero posee varios departamentos.
También causa indignación la vida de lujos que lleva Paulina Romero Deschamps Durán, hija del senador, presumiendo viajes por todo el mundo en jets privados, paseos en yates, comidas en restaurantes exclusivos, consumo de vinos de más de 10 mil pesos y bolsas de la marca Hermés, cuyo costo equivale a hasta 800 mil pesos, paseos en yates con sus tres perros ingleses de raza bulldog: Keiko, Boli y Morgancita; incluso, por ser clienta distinguida puede entrar con ellos a los salones VIP de Louis Vuitton y a hoteles de gran turismo en Europa.
“El daño hecho al patrimonio sindical y de la nación existe y tiene solución. Detener las acciones de esta nefasta dirigencia debe ser prioridad de las autoridades y destituir y someter a juicio a Carlos Romero Deschamps y su gavilla, ante el reclamo generalizado de los trabajadores petroleros y sus familiares”.
