Política

Incongruencias mortales

Recorta a cientos -sí, cientos- de médicos, enfermeras, laboratoristas y odontólogos en todo el Estado, pero eso sí, este viernes, el muy sanababiche develó una placa en el Congreso de la entidad en honor al personal de Salud y a las víctimas fallecidas del Covid-19.

En el país se ordena abrir los supermercados y almacenes de comestibles las 24 horas del día, es decir, que se vendan en todo momento, los siete días de la semana a cualquier hora, para evitar las aglomeraciones en horario reducidos, ¿y qué es lo que sucede en
Tamaulipas?

Que este tipo de Reynosa, por el contrario, malignamente ordena reducir horarios en supertiendas, comercios de autoservicio y tiendas de conveniencia.

¿Para qué? Su deseo del goberladrón es precisamente que la gente se aglomere en tan pocas horas de servicio y así se contagien más tamaulipecos, que enferme y muera más gente de Tamaulipas.

En todo el país se padece la falta de personal médico, pero en Tamaulipas que sí se tiene, se despide y no se renuevan el contrato a cientos de doctores y enfermeras temporales, a los que de por sí se les rabonean las prestaciones y les caciquean el pago de los bonos ya
ganados, ingreso extraordinario que deberían devengar por trabajar de más y por hacerlo en áreas de peligro de muerte.

Mucha muerte entre el personal de Salud, sí, lo reafirman las decenas de galenos, enfermeros y personal de hospitales en Tamaulipas, que han fallecido en los últimos 10 meses, por contagios de coronavirus.

Nuestro Sector Salud está indefenso, la medicina pública de la entidad trabaja bajo protesta, a cada rato hacen paros pacíficos, suceden seguidas huelgas silenciosas por todo el Estado, en todas las jurisdicciones sanitarias de la entidad.

Ello debido a la insoportable sobrecarga de labores, el personal tiene jornadas extenuantes y además se les obligan a realizar otras tareas, trabajos dobles, además de enfrentar al Covid-19, atiende la medicina general, consulta, encamados y emergencias.

Lo anterior se solucionaría liberando las plazas que este señor en cuatro años y meses de su gobierno ha mantenido maliciosamente retenidas, además de que deberían renovar a los cientos de personal de contrato, a esos que no se les ha firmado un nuevo periodo de trabajo.

Es más, antes de hacerlos marchar, ni siquiera los vacunaron contra el Covid-19, pese a ser merecedores por tratarse de personal de primera línea, trabajadores de riesgo.

Pero los dejaron sin empleo justo cuando llegaron las vacunas que les podrían salvar la vida si es que están contagiados debido a su arriesgada labor.

Pero eso sí, este viernes 15 de enero en el edificio del Congreso, el tipo de marras, se tomó la foto con galenos, afanadores, camilleros y enfermeras, develando dicha placa rindiendo honor al personal de Salud, por ser los primeros en la línea de batalla contra la pandemia.

¿Ustedes creen que él siente algo por las enfermeras y médicos caídos? ¿Por todos los tamaulipecos que han fallecido por coronavirus?

¿Teniendo como los tiene en todo el Estado y tratándolos casi con la punta del pie y actuando pasivamente para perjudicarles aún más, no dándoles equipo, no recontratando personal temporal, no liberando plazas, no pagando tiempos extraordinarios, ni por servicios adicionales prestados o cubriendo monetariamente el trabajo de riesgo?

El personal médico de Nuevo Laredo -nosocomios General y Civil, así como el Centro de Salud- trabajan con las uñas, no tienen equipo de protección, ni en el área Covid, ni en encamados, ni en lo general.

En agosto, durante una de tantas protestas, esta vez el personal de Tampico -las hay todos los meses, en Altamira, Reynosa, Matamoros, Ciudad Victoria y aquí en Nuevo Laredo-, se dijo por parte de los líderes sindicales de la salud, que había 600 plazas congeladas, puestos de base no entregados.

Plazas laborales que de haber sido cubiertas, podrían haber aligerado un poco la carga de trabajo, teniendo más personal en la batalla.

Carga de trabajo que se ha recrudecido aún más, debido a las jubilaciones, ya que varios cientos de trabajadores de la Salud, ante estas condiciones laborales tan adversas (de poco personal, nada de equipo protector y sí mucho trabajo en la zona peligrosa), mejor
decidieron jubilarse.

ESTE MONO ESTÁ PEOR

Y del gobierno municipal, ¿qué decir?, pues que este es otro bue…no para nada, resultó más semoviente que el de Reynosa.

Del gobierno municipal, baste decir que los primeros nueve meses del año anterior, sólo se invirtieron 147 mil 392 pesos de erario, en materia de Salud, según lo asentado en informe oficial del propio Ayuntamiento.

Sí, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre del 2020, o sea, en seis meses de la pandemia, pues en marzo se dignó a declarar el primer contagio en esta ciudad (cuando que en Laredo, Texas ya llevaban para esa fecha, 63 casos positivos), sólo se destinó esa irrisoria cantidad, ni siquiera lo que se gasta en un reloj de pulsera, de la extensa colección que tiene.

Cuídense mi gente, que esto está muy grave, parece que esta segunda oleada, está especialmente difícil, hay muchos muertos en Laredo, Texas, días de 7, 8 y hasta 10 muertes por jornada, según reportes de una autoridad municipal que no esconde y que sí ayuda al pueblo, las vacunas Covid-19 están aplicándose por millares, lo mismo que pruebas para detectar (231 mil 274 pruebas aplicadas, con 34 mil 322 casos positivos, así como 2 mil 220 activos; son 31 mil 539 personas recuperadas; hay 237 pacientes hospitalizados este sábado 16 de enero, con 78 en Unidades de Cuidados Intensivos.

Y allá van 563 personas fallecidas por Covid-19, así como ayer, tenían un 46.98 por ciento de ocupación hospitalaria por coronavirus.

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